Nicola Fox, jefa de ciencia de la NASA: “La voz de la primera persona que pise Marte podría llegar a través de España”
Nicola Fox es una de las científicas espaciales más brillantes del mundo y seguramente la más influyente, pues desde hace algo más de un año ocupa el puesto de Administradora Asociada de la Dirección de Misiones Científicas. O lo que es lo mismo: jefa de ciencia de la NASA.
Fox se encuentra de visita en Madrid con motivo de la celebración del 60 aniversario de la agencia espacial en nuestro país, que ha culminado con una visita a las instalaciones de Robledo de Chavela, uno de los tres puntos clave de su Red del Espacio Profundo. Sus seis antenas reciben la señal de los centenares de misiones que la NASA ha desplegado en las últimas décadas por todo el sistema solar y son uno de los nodos clave en las misiones en marcha y las que vendrán, entre ellas, el regreso de la humanidad a la Luna, prevista para 2026.
El nombramiento en febrero de 2023 para sustituir a Thomas Zurbuchen le pilló por sorpresa y era algo a lo que no habría aspirado, pues consideraba su puesto como directora de la división de Heliofísica de la NASA “el mejor trabajo del mundo”. Durante años, Fox trabajó en la misión de la sonda Solar Parker, la nave que más se ha aproximado a nuestra estrella y con la que estamos desvelando muchos de sus secretos. Todavía hoy sonríe cuando le preguntamos si considera que ha “tocado” el Sol, mientras muestra orgullosa el colgante con la reproducción de la sonda que lleva al cuello.
Charlamos con Fox en la residencia provisional del embajador de Estados Unidos en Madrid, en medio de una visita institucional relámpago, aunque no es la primera vez que visita España.
Durante las misiones Apolo, la antena de Fresnedillas de la Oliva fue clave para recibir los mensajes desde la Luna. ¿Qué mensajes importantes pueden pasar por las antenas de Robledo de Chavela en el futuro más cercano?
Obviamente, necesitamos toda la red para recibir nuestros datos, pero creo que te refieres al icónico mensaje de Neil Armstrong al pisar la Luna que llegó a través de Robledo en 1969. Ahora estamos preparando misiones para que los humanos vuelvan a nuestro satélite y ciertamente en los próximos años vamos a tener de nuevo comunicaciones desde su superficie. Mi esperanza personal es que también mandaremos a gente a Marte y sería genial recibir la voz de alguien desde allí.
¿Pasaría por estas antenas en España?
Podría pasar por aquí, claro. Hay una posibilidad entre tres, dependiendo de la hora del día y en qué posición esté la Tierra.
Hablando de la Luna, sigue siendo 2026 la fecha de volver a pisarla con el programa Artemis?
Sí, en septiembre de 2025 llegaremos con Artemis 2, con una tripulación orbitará alrededor de la Luna, y en 2026 con Artemis 3, que aterrizará en su superficie.
Cuando la primera mujer pise la Luna, ¿se estará reparando una oportunidad robada en el pasado?
Creo que puede ser maravillosamente inspirador. Es realmente importante inspirar a las mujeres jóvenes particularmente — aunque, obviamente a los hombres jóvenes, también— para que hagan ciencia y que estudien carreras STEM. Creo que muchas veces lo que necesitas es verte en esos roles y eso es difícil si nadie que se parezca a ti ha hecho antes esas cosas. Por eso es muy importante poner a la primera mujer, y a la primera persona de color, en la superficie de la Luna para inspirar a la gente y transmitirle: ‘tú puedes hacerlo’.
Pero no es solo para estos grupos de personas, en la industria espacial el trabajo que hacemos es muy diverso y necesitamos que gente con experiencias muy distintas trabaje junta. Porque los equipos más fuertes son los que tienen más diversidad. Si solo tienes personas iguales que piensan lo mismo, el resultado que obtendrás será siempre igual. Necesitamos gente con diferentes perspectivas, con diferentes maneras de pensar, para conseguir alcanzar nuestras metas.
Necesitamos gente con diferentes perspectivas, con diferentes maneras de pensar, para conseguir alcanzar nuestras metas
He leído por ahí que pasó unas vacaciones en España cuando era niña y que desde entonces le inspira el espacio.
Sí, fue en Marbella. Yo tenía tres años y recuerdo a mi padre, cuando nos íbamos a la cama cogió varios objetos y me fue diciendo ‘esto es el Sol, esto es la Tierra, la Luna… y esto gira alrededor de esto’. Estaba fascinada y quería saber más, y él iba añadiendo más planetas y objetos.
Sigue usted jugando con los Lego y construyendo cohetes. ¿Cuándo ha sido la última vez que ha jugado?
Hace dos semanas. Construí la Vía Láctea, una imagen de la galaxia hecha con Lego. También he construido un rover lunar y los cohetes Saturno V. Es mi manera de aliviar el estrés. Cuando he tenido un día duro, o una semana, y tengo que hacer algo para relajarme, juego con Lego.
Cuando he tenido un día duro me pongo a construir cohetes con Lego
¿Es la Misión Europa-Clipper, con destino a la luna Europa, la más inspiradora desde el tiempo de las Voyager?
Es maravillosa. Creo que el poema que porta en su interior y el hecho de incluir en la placa la palabra agua en todos los idiomas, incluida la lengua de signos, la hace asombrosa. Y además contiene los nombres de miles de personas que harán ese viaje de 12 millones de kilómetros. Un viaje larguísimo hasta llegar a Europa y sobrevolarla para ver qué hay en ese océano debajo de la corteza y qué condiciones son necesarias para que surja la vida en otros mundos. Creo que es una misión verdaderamente inspiradora.
¿De verdad nos vamos a quedar sin la Estación Espacial Internacional en 2030? ¿Qué haremos sin ella?
Tenemos una estrategia sobre cómo seguiremos haciendo ciencia en el espacio después de esto. Será en colaboración con el sector privado, hay muchas empresas que están construyendo estaciones espaciales que no serán tan grandes como la Estación Espacial Internacional (ISS), serán como laboratorios flotantes y trabajaremos con ellos para usar esas instalaciones. Seguiremos haciendo ciencia que hacemos en microgravedad, porque estamos haciendo cosas muy importantes en la estación espacial, entendiendo los procesos físicos y cómo adaptarse y sobrevivir, de cara a poner personas en la Luna, además de hacer increíbles investigaciones médicas, como buscar una cura del cáncer o ver cómo funcionan los medicamentos y cuáles son los mejores para acabar con las enfermedades.
Seguiremos haciendo ciencia en el espacio, gracias el sector privado, después de que la ISS cese su actividad
¿Cómo puede la IA revolucionar la carrera espacial?
Usamos mucha IA y aprendizaje automático en la NASA, porque tenemos bases de datos inmensas que son difíciles de manejar y encontrar desarrollos interesantes. Podemos usar la IA para seleccionar las imágenes que resulten de especial interés, por ejemplo. Y también para juntar bases de datos. Tenemos más de 20 misiones que estudian nuestro planeta y en las que colaboramos con otros países, para medir lo que pasa desde la superficie, desde aviones y desde el espacio. Los modelos de IA están cambiando nuestra capacidad para poner todos estos datos juntos y sacar conclusiones.
¿Qué le diría a quienes piensan que los acuerdos de Artemisa abren la vía para convertir nuestro satélite en una inmensa mina?
Tenemos los acuerdos de Artemisa, liderados por la NASA, pero firmados por los principales países del mundo, porque queremos volver a la Luna como una comunidad y no como un país o una agencia en solitario. Y uno de los aspectos que queremos salvaguardar es la belleza de la Luna, no queremos practicar la minería y asolarla. La Luna es muy importante y muchas de las cosas de las de la Tierra son regidas por ella, pero queremos hacer una exploración sostenible y responsable.
Los modelos de IA están cambiando nuestra capacidad para poner datos juntos y sacar conclusiones
Aunque falló, Peregrine Mission One iba a poner restos humanos en la Luna y la nación Navajo se quejó, porque es un lugar sagrado en su cosmología, ¿cómo afronta la NASA estas cuestiones?
Somos muy respetuosos con las culturas de las personas y no enviamos ningún resto humano en nuestros vuelos a la Luna.
Recientemente, lograron encender de nuevo el motor de la Voyager I, la nave humana que ha volado a más distancia de la Tierra. ¿Qué sintió?
Lloré. Claro que también lloré cuando me dijeron que había dejado de comunicarse y preguntaba todos los días cómo iba. Y cuando me hicieron la llamada con la noticia de que volvía se me saltaron las lágrimas.
“Lloré cuando la sonda Voyager I volvió la vida”
Hay quien se pregunta por qué no fabrican todas las misiones como las Voyager, porque son eternas.
Es verdad que duran para siempre. En realidad muchas de nuestras naves duran mucho más allá de la vida útil que habíamos planificado, pero las Voyager llevan 47 años en el espacio. Eso es todo un desafío. Estamos agradecidos por cada día que obtenemos datos de las Voyager, y hay gente que me pregunta por qué continuamos siguiéndolas. Porque están tan lejos y en una región del espacio en la que nunca hemos estado y a la que costaría décadas llegar por lo lejos que está. Es una gran oportunidad, ahora que New Horizons ya ha pasado Plutón y está en la heliosfera exterior, y tenemos una misión que lanzamos el año que viene llamada IMAP, que tratará de obtener una imagen de esa frontera donde el Sol deja de tener influencia y empieza el espacio estelar. Esto nos permitirá obtener una medida desde varios puntos lejanos de la Tierra y juntar todos los datos.
Por cierto, hubo un momento mágico hace unos meses en que las antenas de Robledo enfocaban a la Voyager I, ¿por qué es tan interesante?
En esa imagen se ve las seis antenas apuntando al mismo lugar del espacio y parecen estar diciendo “por favor, háblanos”. Eso representa muy bien cuánto quiere todo el mundo a las Voyager. Todos y cada uno de los recursos que tenemos se pusieron en marcha para escuchar a las Voyager I, era la primera vez que hacían algo así.
¿Entonces, podríamos actualizar el dicho “De Madrid al cielo” por el de “De Madrid al espacio”?
Oh, creo que sí. Esta infraestructura es extremadamente importante, porque podemos mandar misiones increíbles al espacio, pero si no envían los datos de regreso no tiene sentido hacerlo. Esa red que nos permite recuperar los datos del espacio es crucial, no podríamos hacer ciencia sin ella.
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