Nueva York, 18 nov (EFE).- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, emitió este lunes una advertencia de sequía en la ciudad -la primera desde 2002- por escasez de precipitaciones, y anunció una serie de medidas para ahorrar agua como la suspensión temporal de las reparaciones de su principal acueducto.
El pasado 2 de noviembre, Adams ya instó a las agencias municipales a seguir protocolos de sequía y pidió a los neoyorquinos que continuasen ahorrando agua ante la histórica y continua escasez de precipitaciones que atraviesa la ciudad, según un comunicado.
En las últimas semanas, las condiciones áridas en el noreste del país han causado varios incendios forestales, algunos de ellos en parques de la ciudad.
La principal medida de la Alcaldía será la suspensión temporal de las reparaciones del acueducto de Delaware, que abarca unos 138 kilómetros y transporta la mitad del suministro de agua desde las montañas Catskill (al norte del estado) a la ciudad.
La fase final del proyecto de reparación contaba con una inversión de 2.000 millones de dólares -siendo la obra de infraestructura más grande de la historia del Departamento de Protección Ambiental de la ciudad- y habría evitado que 35 millones de galones de agua potable se filtraran todos los días en el suelo en el norte del estado.
De acuerdo con el comunicado, este departamento, que proporciona agua potable de alta calidad a casi 10 millones de residentes cada día -8,3 millones de ellos en la ciudad de Nueva York- trabajará para reiniciar el proyecto el próximo año.
A medida que evolucionen las condiciones, la ciudad podría declarar una emergencia por sequía, lo que implica mayores requisitos para que las agencias gubernamentales y los neoyorquinos reduzcan el uso de agua.
“Necesitamos que los neoyorquinos sigan ahorrando agua para que podamos regar nuestros parques y llenar nuestras piscinas el próximo verano. Los neoyorquinos siempre nos cuidamos entre nosotros. Somos resilientes y juntos superaremos esto”, apuntó Adams.
Para hacer frente a la escasez de lluvias el Departamento de Limpieza suspenderá el lavado de las calles y de sus vehículos, mientras que la Autoridad Metropolitana de Transporte, la policía y los bomberos cerrarán los hidrantes abiertos ilegalmente y reducirán de igual forma el lavado de vehículos.
Asimismo, se harán reparaciones de tuberías para evitar la pérdida de agua y las escuelas impartirán un programa de concienciación sobre la conservación del agua.