Estas son las cifras reales de las deportaciones de las que habla Donald Trump
- El número de deportaciones en EEUU es el más bajo de los últimos 7 años, según las cifras recopiladas por Statista
“Habrá una fuerza de deportación y se hará de manera humanitaria”. Son las declaraciones que el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, pronunció el pasado noviembre cuando fue preguntado por su propuesta de deportar a los más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Se iniciaba entonces el duro discurso en torno a la inmigración que el magnate norteamericano ha esbozado durante toda su campaña y que parece haberse suavizado en los últimos meses.
A pesar de que el magnate norteamericano niega que haya habido cambios en su plan migratorio, tanto la campaña como el propio Trump han dejado entrever una moderación en su postura migratoria. Sin embargo, aunque el candidato haya cambiado su postura respecto a las deportaciones, las cifras reales sobre las mismas se alejan de la propuesta que Trump realizó al comienzo de su carrera hacia el despacho oval.
Según los datos publicados por el Servicio Estadounidense de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el número de inmigrantes expulsados de EEUU se ha reducido en más de 133.000 desde el año 2008. Las cifras muestran que el número de expulsados con antecedentes criminales (59%) continúa superando al porcentaje de inmigrantes expulsados que no tienen antecedentes.
Entre las cifras ofrecidas por el Servicio de Inmigración estadounidense también destaca que más de 165.000 de los inmigrantes expulsados fueron detenidos en la frontera o los puertos de entrada al país. En el caso de los inmigrantes sin antecedentes, el 94% fueron arrestados al llegar a suelo norteamericano.
Los principales países de origen de los deportados fueron México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Los inmigrantes procedentes de estos países han sido objeto de muchas de las críticas de Donald Trump, que ha incluido en su programa la creación de un muro fronterizo en la frontera con México, un país que según el candidato republicano “envía a gente que tiene muchos problemas, que traen drogas, crimen, que son violadores”.
