Los obispos creen que el Gobierno utiliza la pederastia como “arma arrojadiza” contra la Iglesia
Los obispos “estamos dispuestos a abordar la cuestión. Creemos que poder sentarnos, dialogar, escuchar y recibir sugerencias que nos puedan hacer es bueno. El deseo es contribuir al bien común a favor de las víctimas y para que no haya otras víctimas”. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha intentado salir al paso del informe de la Fiscalía General del Estado sobre la actuación de la Iglesia en materia de abusos, y ha negado la “opacidad” de la que le acusa el ministerio fiscal.
En declaraciones al término de la Comisión Permanente de los obispos, Argüello ha mostrado su “deseo” de diálogo, y anunció que el borrador sobre la nueva normativa para la prevención y protección de abusos a menores en la Iglesia “está muy avanzado”. El texto está a la espera de que el Vaticano dé el plácet, y en el mismo se incluye la posibilidad de que la Iglesia se presente como acusación particular en los casos de abusos sexuales en los que estén involucrados sus miembros. También se insta a animar a las víctimas a denunciar ante la justicia civil.
Eso sí, el portavoz ha pedido que sea la Fiscalía la que se ponga en contacto con los obispos para iniciar ese diálogo, a partir de “nuestro futuro decreto, para acoger sus aportaciones”. Nada dijo de la inviolabilidad de los archivos eclesiásticos, blindados por los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979.
“Conocemos el informe de la Fiscalía a través de los medios. Desearíamos tener el documento completo para poder juzgarlo”, ha reclamado el portavoz, quien ha insistido en que “nuestra convicción es que los clérigos condenados son muy poquitos”.
Al tiempo, ha querido dejar claro su oposición a que el informe se circunscriba a los abusos en el seno de la Iglesia (aunque los que van por la justicia ordinaria se tratan ya por el Estado): “No nos pareció bien que solo se aborden los abusos en la Iglesia. No entendimos que la ministra solo preguntara sobre la Iglesia, y no a la sociedad en su conjunto”, lamentando las “armas arrojadizas” que a menudo se da, en su opinión, contra la institución.
Por otro lado, y aunque no se ha nombrado al sucesor del fallecido obispo de Astorga al frente de la Comisión Antipederastia (Argüello la coordinará entretanto), sí ha anunciado que ésta ampliará su equipo a “profesionales que vayan más allá de jurídico-canónico”. ¿Habrá víctimas? “No lo afirmo ni lo niego”, ha atajado.
“Nos preocupa lo referido al pasado para poder atender a las víctimas y prevenir el futuro. Ya no aceptamos los comportamientos que pasan por mirar para otro lado o considerar que los trapos sucios se lavan en casa”, aunque ha seguido diciendo que la CEE “no tiene potestad sobre las diócesis” para obligarles a entregar la documentación.
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