Los obispos arremeten contra las monjas clarisas de Belorado: “Es una declaración de ruptura con la Iglesia”
Cuatro días después de que las clarisas de Belorado lanzaran su declaración de cisma, y tras unas polémicas declaraciones llamando “hereje” y “usurpador” al Papa Francisco y a todos los obispos nombrados desde el Concilio Vaticano II, la Conferencia Episcopal ha decidido mover ficha, y ha emitido un comunicado en el que lamentan “profundamente la declaración de ruptura de la comunión con la Iglesia católica contenida en la carta de la abadesa”.
La Comisión para la Vida Consagrada del episcopado español ha publicado una nota en la que recuerda a las monjas que su postura coincide con la de los “sedevacantistas” y con “un grupo que es considerado una secta”, el liderado por el obispo hereje Pablo de Rojas. En su escrito, los obispos denuncian “el tono ofensivo y recriminatorio” del llamado 'Manifiesto Católico', y muestran su extrañeza por el modo de manifestarse de las religiosas, “abundando en expresiones confusas que parecen fruto de engaños”.
“Consideramos que los motivos de descontento aducidos en la mencionada carta tienen vías de solución distintas de la determinación que en ella se expresa y no encontramos relación proporcionada ente las causas expuestas y la conclusión a la que se llega”, añade el comunicado, que insta a que “cada hermana del Monasterio de Belorado y Orduña, en el ejercicio de su libertad de conciencia, pueda expresar su postura ante la decisión que comunica la abadesa”.
Igualmente, añade el escrito de la Conferencia Episcopal, “pedimos la apertura de todas las hermanas de la comunidad al diálogo con obispos, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia Católica que, fieles a la verdad y en comunión con el papa Francisco, buscan el bien para este Monasterio y para cada hermana clarisa”.
“Encomendamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, de santa Clara y de san Francisco de Asís, a las hermanas de Belorado y Orduña y a las demás hermanas clarisas que pudieran necesitar ayuda y consuelo, así como a la vida consagrada en su conjunto, en particular a la vida contemplativa, cuyo recuerdo se hará especialmente vivo dentro de poco, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad”, finaliza el comunicado, que supone la primera toma de postura oficial de la Iglesia española, y que quiere respaldar el comunicado del arzobispado de Burgos y del obispado de Vitoria frente a las tesis rupturistas de las religiosas, auspiciadas por el obispo excomulgado. Sí resulta curioso cómo en ningún momento la nota episcopal habla de la que parece la verdadera trama detrás del cisma de Belorado: la cuestión económica y la compra venta de conventos.
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, se ha pronunciado también por primera vez sobre el conflicto. En declaraciones a EITB, recogidas por Europa Press, ha asegurado que le parece “muy extraño” todo lo que rodea a las clarisas de Belorado. “Yo no sé si las monjas que están allí en el convento, algunas con bastante edad, tienen conciencia de que efectivamente se ha dado este paso, y personas que han vivido con la doctrina, con la tradición, con los papas de la iglesia católica durante mucho tiempo, pues resulta que de pronto con ochenta años años hayan decidido que efectivamente dejan la Iglesia”, ha dicho, sugiriendo que podrían estar siendo “manipuladas”.
“No se pueden quedar con las propiedades”
A esta situación se suma otro frente. Las monjas clarisas de Vitoria han anunciado que presentarán una demanda en los tribunales para conseguir la anulación de la compraventa del monasterio de Orduña (Bizkaia) a las clarisas de Belorado (Burgos) al considerar que “no se pueden quedar con las propiedades” de la Iglesia católica tras haberse “ido a una secta”. Así lo ha confirmado a Efe el vicario para la Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira.
Este conflicto trascendió en el momento en el que las clarisas de Belorado anunciaron su intención de abandonar la Iglesia católica, decisión que posteriormente han matizado, para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.
El origen es la decisión de Roma de “bloquear” su solicitud para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Bizkaia), para poder así hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compraventa.
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