Sin las víctimas, sin más obligación que la moral, y con dardos al Gobierno. Así culminó la Asamblea Plenaria Extraordinaria de la Conferencia Episcopal que ha aprobado este martes, sin apenas cambios, su plan para reparar a la víctimas de abusos cuyo borrador fue adelantado en exclusiva por elDiario.es. Los obispos confirman que los supervivientes no tendrán voz ni voto a la hora de determinar las indemnizaciones.
Aunque se ha rozado la unanimidad (solo uno de los tres textos contó con una abstención), faltaron 12 de los 79 obispos con derecho a voto. En todo caso, el plan PRIVA únicamente supone “una obligación moral”, “una puerta común abierta, por si se encuentra alguien con una puerta particular abierta”, como afirmó en rueda de prensa el presidente de la CEE, Luis Argüello, quien no obstante no pudo asegurar que si una diócesis se niega a indemnizar la víctima sea resarcida.
“Es una obligación moral. Toda víctima será atendida”, recalcó el presidente episcopal Luis Argüello, aunque admitió que el plan aprobado no será jurídicamente obligatorio. Y, por supuesto, sin las víctimas, que aunque estaban invitadas a la clausurar de la Asamblea Plenaria Extraordinaria, decidieron no acudir. Como adelantó en exclusiva elDiario.es, el plan de reparación integral de las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, (PRIVA) se aprobó, sin incluir las grandes peticiones de supervivientes y Gobierno: que fuera una norma de obligado cumplimiento y que las víctimas estuvieran presentes en la comisión asesora.
“No firmamos un decreto que obligue a todas las diócesis, a las 400 congregaciones religiosas, sino que nos dotamos de criterios de comunión”, ha insistido Luis Argüello. Así que, aunque el documento supone un avance, Argüello ha dejad claro que se trata de “una decisión unilateral de la Iglesia”.
Tres documentos
En realidad, se aprobaron tres documentos. “El trabajo que la Iglesia está realizando no concluye hoy, pero es un día importante”, recalcó Argüello, quien añadió que “asumimos el compromiso de colaborar juntos” y mirando “los rostros de las víctimas”. “Hemos aprendido la importancia de cada rostro. Estos rostros piden discreción y lealtad”, clamó el arzobispo, quien dejó claro que “muchas de las víctimas no pertenecen a ninguna asociación”.
Sobre la comisión de indemnizaciones, la CEE ha dicho que “estará formada por diez personas: cuatro expertos del ámbito médico forense, cuatro del ámbito jurídico y un representante de la CEE y otro de la CONFER. La Comisión podrá convocar a un representante de las víctimas o de las asociaciones que trabajan con víctimas”.
“Nuestra determinación es reparar a las víctimas que algunos de nuestros miembros han producido, acompañar y ayudar”, recalcó el presidente de Confer, Jesús Díaz Sariego, quien añadió que “muchas de las víctimas quieren estar en el anonimato”.
Dardos conta el Ejecutivo
El presidente de la CEE ha admitido que “la Iglesia ha actuado de manera unilateral. ¡Claro que sí! Asumimos una obligación unilateralmente, motu proprio, por propia iniciativa. Claro que es unilateral”.
Y es que, “lo que hemos aprobado no es para responder a ningún reproche, sino para responder a las víctimas”, señaló, insistiendo en que “como sabe bien el ministro de la Presidencia estamos dispuestos a una leal colaboración desde el respeto de lo que significa la Iglesia y a las responsabilidades de cada cual”. “Un Gobierno democrático deber respetar las reglas del juego”, advirtió. “Al Gobierno de la nación hay que recordarle que tiene la responsabilidad sobre todas las víctimas que se dan en el país”, concluyó. “Con una mirada sesgada, es difícil llegar a acuerdos”.
Toda la información en www.religiondigital.org