Los obispos pactan un compromiso de trabajo común con las víctimas de la pederastia clerical

Dos años después, las víctimas de la pederastia clerical volvieron a entrar en la sede de la Conferencia Episcopal. El nuevo presidente de los obispos españoles, Luis Argüello, y su vicepresidente, José Cobo, se han reunido este lunes durante más de dos horas y media, con media docena de víctimas de abusos. 

Ha sido una reunión concreta y amable, dicen fuentes presentes en el encuentro. Allí los supervivientes de la pederastia clerical han exigido a los obispos participar directamente en los procesos de sanación y reparación. Una petición que ya se había dado, en febrero de 2022, con el entonces presidente Juan José Omella, pero que no dio ningún fruto. Esta vez, parece que sí se han producido avances, informan. Entre esos pasos está que el tratamiento de la iglesia sea víctima a víctima, en un proceso que incluirá nuevas reuniones con otras asociaciones de víctimas. Este lunes han acudido Infancia Robada, Justice Initiative, AVA Navarra y Lulacris.

Entre los asistentes, además de los padres del ‘caso Gaztelueta’, estaban Jesús Zudaire, víctima de Navarra, Teresa Conde y Ciro Molina. Paula, víctima de abusos en Valladolid, que se abrazó con Argüello el pasado 5 de marzo, no ha podido acudir. En la reunión han participado el presidente de Confer, Jesús Díaz Sariego, y su secretario general, Jesús Zamora, en un gesto de que, por fin, los obispos parecen querer contar con los religiosos en sus decisiones, después del fracaso de gestión tanto de la auditoría encargada a Cremades como de los sucesivos informes ‘Para dar luz’. 

Durante el encuentro, tal y como ha podido confirmar elDiario.es, las víctimas se sintieron escuchadas en algunas de sus propuestas. Han subrayado la disposición ante la exigencia de ser parte activa en las decisiones que se tomen respecto al acompañamiento que necesitan y, también, a las indemnizaciones que se contemplen en el ‘Plan de reparación integral’ que ya prepara la Conferencia Episcopal. Esto es: que no sólo se atienda sus peticiones, sino que las asociaciones de víctimas tengan voz, y voto, en el presente y el futuro. También, que se hable de terapias gratuitas, la protección a las víctimas y mejoras en los niveles de comunicación, aspecto en el que la CEE ha reconocido sus fallos a lo largo de los últimos años. 

“La gente ha salido esperanzada”, afirma a elDiario.es Juan Cuatrecasas, uno de los participantes del encuentro, que señala cómo los obispos acogieron sus peticiones, que se comprometieron a estudiar con el resto del episcopado. El siguiente paso, probablemente en junio, debería ser un encuentro de las víctimas con la Comisión Permanente, pues tras la asamblea de marzo, no habrá nueva plenaria episcopal hasta noviembre. 

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