La OMS no logra encontrar en China al “eslabón perdido” que transmitió el coronavirus desde el murciélago

La Organización Mundial de la Salud (OMS) va a presentar este martes el informe sobre su misión en China para rastrear el origen del COVID, pero sus conclusiones se han filtrado en algunos medios internacionales. Aun así, no distan mucho de las que desvelaron hace ya dos meses antes de poner rumbo de vuelta y después de tres semanas de trabajo sobre el terreno. Hay muchas incógnitas sin resolver, pero la hipótesis más probable es la del animal que actuó de intermediador entre el murciélago y los humanos.

En el borrador obtenido por Associated Press y otros medios como The Washington Post, los investigadores enumeran cuatro escenarios en orden de probabilidad de aparición del SARS-CoV-2. La primera es la ya mencionada transmisión desde el murciélago a través de otro animal, lo que aparece catalogado como “muy probable”. La propagación directa desde los murciélagos a los humanos sería “probable” y la infección mediante una cadena alimentaria o los productos congelados que se venden en los mercados chinos es “posible” pero “improbable”.

La única hipótesis descartada por ser “extremadamente improbable” es la de que se hubiese escapado de un laboratorio chino. Los expertos determinaron que las plantas de Wuhan estaban bien vigiladas y que este tipo de accidentes no son comunes.

La misión, indica el documento, nunca tuvo la intención de identificar la fuente exacta del virus, un esfuerzo que generalmente lleva años. Por ejemplo, no se conoce la especie exacta de murciélago que es reservorio natural del ébola tras más de 40 años de estudios. Sin embargo, en este caso dan por hecho que hay una especie intermediadora porque “hay varias décadas de distancia evolutiva entre los virus de los murciélagos y el SARS-CoV-2, lo que sugiere que existe un eslabón perdido”. Falta por determinar cuál pudo ser este animal, pero entre otros, se ha señalado al pangolín o al visón.

Los portavoces de la OMS pidieron seguir de cerca a las poblaciones de murciélagos porque pueden seguir siendo “reservorios de este virus o de un virus similar”, aunque es poco probable que estuvieran en Wuhan al inicio de la transmisión. El equipo internacional registró la actividad de todos los puestos de venta que había en diciembre de 2019 en Huanan para intentar encontrar al animal intermediario. Pero partiendo de la base de que estos huéspedes pueden ser animales salvajes, los científicos afirmaron que aún continúan trabajando en las “complicadas rutas” que pueden llevar a cabo estas especies, “incluso atravesando fronteras”.

Mercado, pero no el de Wuhan

Otro de los grandes avances de esta investigación a dos bandas ha sido el descubrimiento de que no hay muestras de coronavirus anteriores a finales de 2019 en Wuhan. Todas las señales llevaban al mercado de Huanan, en la provincia china, como foco principal de la enfermedad, pero desvelaron que había muestras en otros mercados y otras partes de la región simultáneamente. También hubo casos en los que no estuvo relacionado ningún tipo de mercado. Por lo tanto, el equipo puede asegurar que hubo transmisión comunitaria en Huanan, pero no que este sea el origen de las primeras infecciones en China.