Tras una semana de negociaciones en el plano técnico, algunos aspectos por dirimir en la Cumbre del Clima de Madrid avanzan poco o nada. Entre ellos, activar cómo los países del Acuerdo de París van a incrementar sus compromisos contra el cambio climático el año que viene. La ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sido colocada por la ONU como facilitadora junto al ministro de Singapur, Masagos Zulkifli, del diálogo en este punto.
Una vez que la negociación no fluye con perspectiva de alcanzar un texto común antes del final de la COP, la ONU coloca unos equipos formados por un representante de un país desarrollado y otro en vías de desarrollo para engrasar las conversaciones. Se trata de alcanzar terrenos comunes en temas que se han vuelto espinosos.
En Madrid la ONU ha formado estos equipos para desencallar el famoso artículo 6 sobre el mercado de derechos de emisiones, el mecanismo de compensación de daños y pérdidas causados por el cambio climático y la declaración política que se alcanzará en la cumbre y en la que trabajará Ribera. Se intenta impulsar el proceso de incremento de ambición climática de los países del Acuerdo de París.
El año que viene, presumiblemente en Glasgow, las partes del acuerdo deberán cerrar la revisión de sus compromisos para contener el calentamiento de la Tierra. Meses antes, (nueve según el texto de París) los documentos deben entrar en la oficina de la ONU. Por eso, Madrid marca el inicio del procedimiento y mecanismo. Y por eso se encallan las posturas.
Es la tercera vez que Ribera aparece como facilitadora en una COP. El año pasado, la ministra en funciones participó en las negociaciones para establecer la transparencia a la hora de informar entre países sobre de qué y cómo se reporta. Anteriormente, siendo secretaria de Estado, ejerció funciones similares en la conferencia de Cancún en 2010,