El Opus Dei planta al Obispado en los juzgados y cierra la puerta a cualquier acuerdo por Torreciudad

El pasado 20 de diciembre, a la 10 de la mañana, el Juzgado número 2 de Barbastro acogía un acto de conciliación entre la diócesis de Barbastro-Monzón y la prelatura del Opus Dei. ¿El objetivo? Revisar el contrato que desde 1962, cede a perpetuidad la ermita original y la imagen de la Virgen en el santuario de Torreciudad. Sin embargo, y para sorpresa de todos, el Opus no se presentó, dejando la vía libre para que la diócesis reclame judicialmente los bienes.

La propuesta de conciliación, tal y como adelanta Heraldo de Aragón y ha podido confirmar elDiario.es de fuentes directas, fue presentada por el obispo, Ángel Pérez Pueyo, el pasado mes de agosto, en mitad de las trifulcas veraniegas acerca del futuro del oratorio-santuario mariano. El centro de la disputa es el control de Torreciudad, una de las joyas de la corona del Opus, que genera más de un millón de euros al año por las visitas de los fieles.

Fuentes eclesiales lamentan que, “de nuevo”, los intentos de acuerdo fracasados son “aireados por medios de comunicación cercanos a la Obra”, y recuerdan cómo, “al menos en 12 ocasiones” hasta el pasado 3 de enero de 2023, cuando se acordó renovar el acuerdo de cesión “y empezar de cero”, los encuentros entre el obispo y distintas personas en nombre del Opus –“siempre ha venido una persona diferente”– no han dado fruto.

¿Qué se buscaba en el acto de conciliación? Lo que desde hace tres años se viene negociando, no sin dificultades, entre el Obispado y la prelatura del Opus Dei. Esto es: la revisión del contrato de 1962 y la recuperación de la talla. En ese contrato se cedía a perpetuidad la ermita original –cerca de la cual se erigió en 1975, por orden de Escrivá de Balaguer, el actual megacomplejo y también la hospedería–, así como el derecho a exponer la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles.

El contrato se firmó cuando el Opus Dei ni siquiera era una prelatura personal, y con una entidad, Inmobiliaria General Castellana, SA, que ya no existe y cuyos herederos son Desarrollo Social. Tampoco existía entonces el patronato de Torreciudad, entidad que actualmente es responsable de todo cuanto sucede, en el ámbito civil, con el oratorio-santuario.

Tras meses de negociaciones infructuosas, el Obispado declaró el acuerdo nulo de pleno derecho y pidió restituir la talla y revertir a la diócesis la ermita, la hospedería y los terrenos anejos, algo a lo que la Obra se ha negado. Desde la diócesis desmienten que haya entrado en la ecuación el tema económico. “No hay reivindicaciones” de este tipo, recalcan. También deslindan este caso de la cuestión canónica o pastoral. Aseguran que Roma avala la transformación en el futuro de Torreciudad como santuario diocesano y respalda la acción del obispo Pérez Pueyo de haber nombrado a un nuevo rector para Torreciudad, que el Opus Dei sigue sin reconocer.

Por su parte, en declaraciones al Heraldo, la prelatura señala que no se presentaron porque “el punto de partida no puede ser que todo en Torreciudad es irregular”, algo que niega el Obispado, que añade que el actual contrato es “obsoleto” desde el punto de vista civil, canónico y pastoral, y que únicamente se buscaba resolverlo. Y que, lo más importante, esto quedara reflejado ante un juez. “Queremos aclarar y legalizar la situación al momento actual, lo que no quiere decir que haya ilegalidades”, resaltan fuentes diocesanas, que aseguran que el acto de conciliación pretendía, precisamente, “evitar un pleito” que, tras la incomparecencia de la Obra, parece inevitable.