Los colectivos organizadores del Orgullo LGTBI en Madrid han decidido que ningún partido encabece la manifestación que, como cada año, se celebrará el primer fin de semana de julio. Así lo han anunciado conjuntamente la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y COGAM, colectivo LGTBI de Madrid, que han hecho público que la cabecera estará ocupada por activistas históricos del movimiento. La decisión se ha conocido en medio de la polémica por el veto a Ciudadanos y el PP esgrimido por COGAM, que finalmente solo se concretará en las carrozas.
El objetivo de las organizaciones es conmemorar los 50 años de Stonewall Inn, la revuelta en el bar de Nueva York que en 1969 dio origen al Orgullo tal y como lo conocemos. En los últimos años, la pancarta de cabecera de la manifestación que recorre la capital ha estado encabezada por políticos de diferentes formaciones a las que tanto COGAM, en el caso de líderes regionales y locales, como FELGTB, en el caso de mandatarios estatales, invitaban. Sin embargo, este 2019 lo estará por activistas reconocidos, entre ellos Boti G. Rodirigo o Jordi Petit. También irán algunas políticas como Carla Antonelli o Beatriz Gimeno, pero a título individual y en reconocimiento a su trayectoria como defensoras de los derechos LGTBI.
“Este año queremos que todo el protagonismo recaiga sobre las personas que fueron pioneras en la lucha por nuestros derechos y, por lo tanto, serán ellas quienes encabecen la manifestación en lugar de los líderes de los partidos políticos”, explica la presidenta de la FELGTB, Uge Sangil. El Orgullo de este año estará centrado en las personas mayores LGTBI y pedirá la aprobación de una ley LGTBI que se quedó en el tintero con el adelanto electoral tras más de un año de trámite.
Además, la manifestación hará especial hincapié en la importancia de “no dar ni un paso atrás en derechos adquiridos y frenar a la ultraderecha”, que “está entrando en gobiernos autonómicos gracias a la mano que le están tendiendo los partidos conservadores mayoritarios”, señalan los colectivos organizadores. Por ello, el veto al PP y Ciudadanos se concretará en que ninguna de las dos formaciones podrá tener carroza en la marcha a diferencia de otros partidos como el PSOE o Podemos, que sí contarán con una. Los populares nunca lo han solicitado, pero la formación naranja sí ha llevado carroza en los dos últimos años.
“Como en cualquier manifestación, tendrán por supuesto libertad para sumarse a pie en igualdad de condiciones que el resto de las entidades, pero encabezar una marcha que grita 'Ni un paso atrás' y simboliza la libertad y la igualdad de derechos del colectivo mientras se empodera a aquellos que quieren volver a privarnos de los pocos derechos que hemos alcanzado son cosas incompatibles. Desde las entidades que representan al colectivo LGTBI pedimos coherencia a los partidos.”, defiende Sangil.
El veto a PP y Ciudadanos tiene su origen en un decálogo de COGAM que incluye diez compromisos con los derechos LGTBI en diferentes ámbitos, entre ellos, la educación, la sanidad o la cultura. El primero, sin embargo, es “no valerse de los votos de los partidos que defienden una ideología de extrema derecha para gobernar”, algo que para el colectivo LGTBI de Madrid condiciona el resto de las medidas, entre las que incluye el desarrollo y el cumplimiento de las leyes autonómicas LGTBI que en varias ocasiones Vox ha declarado querer derogar.
Por su parte, la presidenta de COGAM, Carmen García de Merlo, asegura que “este año, en el que han aparecido partidos políticos en España con representación institucional que propugnan volver a atrás, a un país gris, sin apenas derechos civiles, encorsetado y punitivo con respecto a lo que creían conductas inmorales y reprobables, pensamos que es mejor dejar al activismo en primera línea de esta manifestación, no sin reconocer a los partidos que se han sumado a nuestro decálogo, expresándoles nuestro agradeciendo por su compromiso y negando la colaboración con esos partidos involucionistas”.