“A pesar de que son la causa principal de la crisis climática”, los países siguen apostando por sacar más combustibles fósiles del subsuelo –que acabarán engordando la capa de gases de efecto invernadero en la atmósfera–. Muchos gobiernos planean aumentar la extracción de carbón, petróleo y gas hasta producir un 110% más en 2030, según el análisis del Programa de Medio Ambiente de la ONU (PNUMA). “Es incompatible con limitar el calentamiento global de la Tierra a 1,5ºC” y hace muy difícil dejarlo en 2ºC.
Este informe sobre los planes de producción de los países muestra que la mayoría de los gobiernos estudiados “siguen otorgando un apoyo político y financiero significativo a la producción de combustibles fósiles”. Hay planes para aumentar la producción de carbón a corto plazo y aumentar la de gas y petróleo hasta 2050.
“Los gobiernos están redoblando su apuesta por los combustibles fósiles, lo que significa el doble de problemas”, resume el secretario general de la ONU, António Guterres. “Hay que acabar con la adicción”, remata.
De hecho, ninguno de los 20 países examinados por la ONU baraja una caída en la producción de los combustibles fósiles alineada con limitar el recalentamiento planetario en 1,5ºC. “Tomados en cuenta de manera conjunta, los planes ponen en grave riesgo conseguir el objetivo del Acuerdo de París”.
Los gobiernos están redoblando su apuesta por los combustibles fósiles, lo que significa el doble de problemas. Hay que acabar con la adicción
No se salva casi ningún gran productor. Desde los Estados de la OPEP a Estados Unidos, Rusia, Australia o Canadá. El propio organizador de la inminente Cumbre del Clima de la ONU (COP28), Emiratos Árabes Unidos, aunque ha dicho públicamente que “un abandono progresivo de los combustibles fósiles es esencial”, “pretende impulsar la producción de petróleo un 25% para 2027” y más que doblar la de gas, según los planes de su compañía nacional de hidrocarburos.
Dentro de la zona del golfo Pérsico, Arabia Saudí planea expandir su producción de gas y petróleo al igual que Kuwait. Qatar va a sacar más gas en 2030 que en 2021. Al otro lado del mundo, Brasil, México y Canadá reportan mayores volúmenes de petróleo y gas al final de esta década.
Respecto al carbón, todavía hay países que no renuncian a producir este combustible fósil que posee la mayor capacidad de emisión de CO2. India e Indonesia (junto a Rusia) encabezan los planes para extraer más mineral. “India contempla la industria del carbón como fundamental para la generación de ingresos y empleo”, relata el informe.
EEUU, China y Rusia
Si se mira a las superpotencias, China anuncia una reducción en su producción de carbón –aunque mantiene un gran volumen de mineral– y admite que va a extraer más gas en 2030 que en 2021. El Gobierno de EEUU, por su parte, prevé que la producción de petróleo alcanzará y mantendrá un nivel récord desde 2024 a 2050. Sobre el gas, “la previsión es que se incremente continuadamente hasta tocar los 1,2 billones de metros cúbicos en 2050”. Los volúmenes extra “son destinados esencialmente a la exportación”. La Federación Rusa considera incrementar todas sus producciones en un nivel u otro.
Los analistas de la ONU insisten en que “para ser compatibles con limitar el calentamiento, el suministro y demanda globales de carbón, petróleo y gas deben decaer sustancialmente desde ahora hasta la mitad del siglo XXI.
Sin embargo, todos estos planes llevarían a un nivel de producción “un 426% superior para el carbón, un 29% para petróleo y un 82% para el gas” de lo que permitiría conseguir el objetivo consensuado colectivamente en el Acuerdo de París.
“A pesar de sus promesas, los gobiernos todavía planean regar con más dinero unas industrias sucias y moribundas. Además de ser una locura económica, se trata de un desastre climático que estamos creando nosotros mismos”, dice el analista de Climate Analytics, Neil Grant, tras revisar el informe.
Almacenar CO2, dudoso y arriesgado
Existe una confianza, al menos expresada de forma pública, en la industria de los combustibles fósiles de que la tecnología para apresar los gases de efecto invernadero va a permitir quemar carbón, petróleo o gas. Así no se acumulan en la atmósfera y se evita el calentamiento de la Tierra.
El informe ilustra de nuevo el poder de la industria de los combustibles fósiles a la que no le importa los impactos catastróficos del clima a cambio de beneficios despiadados
Sin embargo, el PNUMA aclara en este documento que esta confianza está lejos de ser un plan sólido: “Dados los riesgos e incertidumbres que plantea la captura y almacenaje de carbono, los países deberían apuntar hacia un cercano abandono total de la producción y consumo de carbón para 2040 y una reducción combinada del gas y el petróleo en 2050, como mínimo, de tres cuartas partes respecto al nivel de 2020”.
Es decir: la mejor posibilidad es cortar drásticamente la extracción y quema de los combustibles fósiles. El doctor en Física y asesor de la Climate Action Network, Stephen Singer, resume así lo que le ha parecido el informe de la ONU: “Ilustra de nuevo el poder de la industria de los combustibles fósiles a la que no le importan los impactos catastróficos del clima a cambio de beneficios despiadados”.
Con este panorama, António Guterres ha dicho que la COP28, que empieza el 30 de noviembre, “debe enviar una señal clara de que la era de los combustibles fósiles se ha quedado sin gasolina. Que su final es inevitable”.