El Papa Francisco expulsará este martes al ex cardenal Theodore McCarrick del sacerdocio, tras comprobar que son ciertas las informaciones que lo acusaban de abusos sexuales a menores. La pena, denominada 'Reducción al estado laical', es la más grave para un eclesiástico, y sólo sería superable por la excomunión.
La medida se toma apenas una semana antes de que de comienzo la cumbre antipederastia convocada por Bergoglio en el Vaticano, y en la que se darán cita los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para tratar de dar una respuesta firme, y uniforme, antes los escándalos de abusos a menores y encubrimiento que salpican a la Iglesia católica en los cinco continentes.
La decisión del Papa se produce después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe haya concluido su investigación, considerando culpable al ya excardenal (Francisco le había desposeído de su cargo en julio pasado) de haber abusado de un niño de 16 años. Del mismo modo, McCarrick está acusado de abusar sexualmente de tres menores y de varios seminaristas y jóvenes sacerdotes.
Durante el tiempo que ha durado el proceso, el anciano ha vivido recluido en una celda de un monasterio de Kansas, llevando una vida de retiro, oración y penitencia, tal y como ordenó Francisco.
Una vez que se confirme la sentencia, McCarrick no podrá administrar los sacramentos, presentarse o vestir como sacerdote, ni recibir asignación económica alguna por parte de cualquier institución eclesial. El 'caso McCarrick' fue utilizado por sectores ultraconservadores el pasado mes de agosto para sugerir que Francisco conocía los delitos del excardenal, y que no hizo nada.
La acusación vino del exnuncio en Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, quien escribió una carta abierta acusando al Papa de no actuar y exigiendo su dimisión. Con posterioridad, se comprobó que todas las acusaciones de Viganò eran falsas. De hecho, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI pudieron haber actuado contra el ex cardenal (los abusos datan de varias décadas atrás), pero el único que tomó cartas en el asunto fue Bergoglio.
En julio pasado, McCarrick, de 88 años, se convirtió en el primer prelado católico en casi 100 años en perder el título de cardenal, y ser obligado a abstenerse del ministerio público. Ahora, se convertirá en el primer cardenal en ser expulsado del sacerdocio por pederasta.