El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, anunció este sábado una extensión del periodo de “aislamiento total” hasta el 12 de abril como parte de las medidas excepcionales para contener el avance del COVID-19, que ha causado tres muertes y 56 contagios en el país.
“Después de escuchar a todos los sectores. He decidido mantener el aislamiento total hasta el 12 de abril.Pido un esfuerzo más a todos. Continuemos solidarios con nuestro sistema de salud”, publicó el mandatario en su red social.
La medida de aislamiento social se refiere a las restricciones a la circulación de personas durante las 24 horas del día que finalizaban la medianoche de este sábado, exceptuando servicios básicos, como supermercados y farmacias y personal relacionado.
Una normativa que se enmarca en la cuarentena decretada también hasta el 12 de abril, que incluye la suspensión de la actividad educativa y reuniones masivas, entre ellas las celebraciones deportivas.
Tras el anuncio del presidente, Hernán Hutteman, ministro asesor jurídico adjunto de la Presidencia informó a los medios de que se aplicarán dos excepciones a la medida, la primera a los funcionarios administrativos para que el lunes y el martes se personen en sus sedes para que no se corte la cadena de pagos.
La fuente indicó que la segunda excepción habilita al Ministerio de Educación y Ciencias a convocar a los funcionarios necesarios para la entrega del complemento nutricional (almuerzo escolar) a los escolares de las áreas vulnerables.
El anuncio se produce un día después de que el presidente asegurara que mantendrá “con excepciones” las medidas de aislamiento social, que se espera sean más detalladas en una posterior rueda de prensa en la residencia presidencial.
Y después de que Abdo Benítez saliera a precisar las declaraciones del Interior, Euclides Acevedo, quien dijo que a partir de este domingo el confinamiento social sería flexibilizado a las 19.00 y 05.00 hora local, lo que generó una serie de críticas entre el gremio de salud.
El aislamiento social ha provocado críticas de sectores de la patronal y de los productores ante el parón de la economía, con una gran franja de la población en trabajos informales.
Al respecto, el presidente reiteró a los medios anoche que se va a priorizar la salud pública ya que “la economía se puede recuperar y como dije desde el primer día el objetivo es salvar vidas”.
Abdo Benítez promulgó este jueves una ley de emergencia para hacer frente al impacto económico del coronavirus, con la petición de una línea de crédito de hasta 1.600 millones de dólares, que elevaría la deuda pública paraguaya al 27 % de su producto interno bruto.
Desde la izquierda local critican que el plan mantenga la actual estructura tributaria y aseguran que no tendrá efecto sobre los sectores más vulnerables.
Alrededor de 1.679.000 habitantes de Paraguay (el 24,2%) se encontraban en situación de pobreza en 2018, según cifras oficiales divulgadas en 2019.