“Está demostrado que es una cosa que regulada está mejor que prohibida”. Habla Javier Miravete, portavoz de la Federación de Asociaciones Cannábicas del Levante y presidente de una asociación de usuarios terapéuticos, que explica que ha decidido venir desde Castellón a Madrid a la Marcha Mundial de la Marihuana con un mensaje claro: “Hace falta mucha investigación, son nuestros derechos, es nuestra libertad”, clama.
Con gritos de “La Gran Vía huele a 'maría'” o “Un 'porrito' no es delito”, miles de personas llegadas de diferentes puntos de España, y de países como Francia, Italia o Portugal, han pedido “la regulación ya de una vez”.
Las pancartas que les acompañaban y los globos verdes, blancos y negros que sostenían han recorrido el centro de Madrid de manera pacífica. Tanto es así que en medio de la marcha han organizado una sentada, en la que, durante alrededor de diez minutos, han estado charlando y fumando sin que los numerosos agentes de policía supusieran un problema.
“Ahora es un momento de vientos favorables políticamente. Tienen que responder ante los votos que han recibido”, asegura Javier Puig, presidente de la Confederación de Asociaciones Cannábicas, llegado desde Galicia. Ha hecho referencia al informe de la OMS del pasado febrero en el que se solicitaba sacar la marihuana de la lista de drogas peligrosas y ha asegurado que “debería ser el momento del último empujón”: “Si la OMS decide esto, quién y con qué criterio puede ir en contra de esta recomendación”.
Entre los manifestantes, destacaba la presencia de jóvenes como Kerry, que han destacado el uso medicinal de la marihuana: “Está demostrado científicamente que ayuda en la cura del cáncer y de muchas otras enfermedades. Es algo sano, algo natural”. “Creo que cada persona debería ser libre de elegir cuándo fumar, pero sin abusar de ello”, apunta Rodrigo, que también se ha acercado al centro de Madrid porque asegura que “si no estuviera prohibido, estaría mucho mejor tratado”.
“Pediríamos que hubiera un control, que se sepa de dónde sale, a quién le llega”, explica José Félix, de la asociación 'Seca', en Zaragoza, que declara que “pagarán los impuestos que el Gobierno crea correspondiente para ello”, con el fin de “crear una regulación en la que salgamos ganando todos”.