Tras intentar, durante meses, que el Ayuntamiento de Madrid les cediese un espacio municipal para realizar sus actividades, el colectivo madrileño Patio Maravillas ocupó este sábado un edificio en el céntrico barrio madrileño de Malasaña. Apenas doce horas después de hacer pública su nueva ubicación, la Policía Nacional se presentó para desalojar su nueva sede.
Tras el nuevo intento del colectivo de crear “un espacio de autogestión ciudadana” en el centro de Madrid, Ana, portavoz del Patio Maravillas, explica a eldiario.es lo sucedido.
¿Qué fue exactamente lo que sucedió?
A las 00:30 horas, aproximadamente seis u ocho lecheras de la Policía Nacional se presentaron a las puertas de la nueva sede.
¿Cuántas personas había, en ese momento, en el 24 de la Travesía de San Mateo?
A esas horas, unas 20 personas se encontraban dentro del edificio. Los demás estábamos fuera. Cerramos las puertas e intentamos mediar con los agentes. Pero fue imposible.
¿Cómo y con qué actitud actuaron los agentes?
No entendían que necesitaban una orden judicial y que estaban actuando de forma ilegal. Y entonces, con una palanca abrieron la puerta y nos expulsaron. Pero esto no es la primera vez que nos pasa. Durante el desalojo de la sede de la calle del Pez ocurrió lo mismo.
¿Cuál es el siguiente paso que tomará el Patio Maravillas?
No quieren que estos espacios existan. Y una vez que estás fuera ya no puedes hacer nada. Hablaremos con abogados para intentar acabar con esta impunidad. De momento, el primer paso que hemos tomado es la manifestación que tendrá lugar esta tarde en la Plaza del 2 de Mayo, a las 18:00 horas. En cuanto a lo demás, seguiremos trabajando. No tenemos nada decidido.
Si bien es cierto que el desalojo se produjo a medianoche, tanto agentes de la Policía Local como de la Nacional ya se habían presentado con anterioridad, durante la misma mañana, a las puertas del nuevo Patio. Y no hubo ningún tipo de problema, ¿no es cierto?
Cuando se presentó la Policía Local a mediodía, lo hizo con aparente normalidad. Les explicamos que ya llevábamos más de una semana en el edificio y apenas estuvieron un rato con nosotros. Nos identificaron y se fueron. Más tarde se presentaron agentes de la Policía Nacional, para corroborar todo lo que les habíamos contado antes a la Local. Para nada esperábamos que horas después ocurriese lo que ocurrió. Parece que esta orden se tomó en otro momento, más tarde.
Aunque aseguráis que el desalojo de la nueva sede responde a órdenes del Gobierno, en numerosas ocasiones habéis denunciado que, pese a haber vivido con optimismo los últimos cambios acontecidos en el Ayuntamiento, la actitud del consistorio madrileño pocas veces ha sido la esperada.
Necesitamos espacios como el Patio Maravillas. Espacios donde organizarnos y reunirnos. Espacios llenos de riqueza democrática y vida. No entendemos por qué no se nos ceden, porque no somos delincuentes. El problema es que no hay voluntad política. Las prioridades, al parecer, son otras.