Tres personas con lesiones en la espina dorsal logran caminar gracias a una estimulación eléctrica

Tres ciudadanos europeos con lesiones en la espina dorsal causantes de paraplegia han podido volver a ponerse en pie y caminar. Gracias a una pequeña estimulación eléctrica, el holandés Gert-Jan Oskam y los suizos David Mzee y Sebastian Tobler han pasado de tener un control residual de sus músculos a poder caminar con ayuda de muletas o andador, según un estudio publicado este miércoles por la revista 'Nature'. 

Se trata de una técnica novedosa, no desarollada al completo, que recibe el nombre de estimulación eléctrica epidural. Aunque había sido probada en animales en los últimos año, los experimentos con humanos no habían dado resultados positivos hasta el estudio de estos investigadores suizos.

La investigación ha sido dirigida por los científicos Grégoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, y Jocelyne Bloch, del Hospital Universitario de esta ciudad, al que también pertenece el primero.

Tal y como destaca la publicación científica, dos grupos de investigación estadounidenses habían conseguido avances significativos con una técnica similar, pero Courtine y Bloch dieron con una cuestión clave para la recuperación de estas lesiones.

Mientras que los primeros realizaban los experimentos con una estimulación continua, los segundos aplicaban la estimulación de forma puntual, tratando de imitar los impulsos naturales. Al paciente se le coloca una serie de dispositivos sensoriales que, conectados a un programa informático, imitan las señales eléctricas emitidas por el cerebro. De este modo, la estimulación incentiva que el afectado pueda aumentar los escasos movimientos residuales que permite la lesión.

Ayudados por varias semanas de rehabilitación, los tres pacientes con los que se ha probado esta técnica han mejorado el control sobre sus músculos, pero no solo durante el experimento: también después. De hecho, dos de ellos mantuvieron los mismos niveles de control muscular tras la prueba, lo que supone una importante recuperación de movilidad: pueden caminar con ayuda.

En cualquier caso, el propio Courtine advierte: la investigación no está avanzada y no está claro en cuántos afectados podría funcionar. “Aún estamos desarrollando el experimento, pero los participantes ya lo usan para caminar y, en un caso, han conseguido caminar ayudados por un andador”, comenta el investigador en declaraciones a 'Nature', y apunta: “En los próximos tres años, este paciente tratará de mejorar los resultados y validar su seguridad y eficacia. Queda mucho por hacer”.