Al menos 1.773 delegados en la Cumbre del Clima, COP29 representan intereses de la industria de los combustibles fósiles (el petróleo, el carbón y el gas), según ha calculado la ONG Kick Big Polluters Out (KBPO). Son menos que el récord absoluto del año pasado en Dubái (2.400), pero, en conjunto, superan a casi todas las delegaciones de países presentes en la convención.
KBPO ha basado su análisis en la lista provisional de acreditaciones de la ONU para esta COP. “Esta cifra subraya la desproporcionada presencia de los contaminadores año tras año”, explica la organización. Solo tres estados tienen más delegados en esta cumbre: la anfitriona Azerbaiyán con 2.229, la siguiente organizadora de la COP, Brasil, con 1.914 y Turquía con 1.862.
“Cada año el lobby de los combustibles fósiles se cuela en la cumbre”, dice Akibonde Oluwafemi de la Coalición Africana para que los Contaminadores Paguen. “Envuelven el proceso de decisón de la COP con sus hilos y asfixian así la posiblidad de tomar acciones reales contra el cambio climático”.
El análisis de KBPO muestra que la mayoría de los delegados fósiles acceden a la cumbre como parte de organizaciones internacionales de comercio. Hay representantes de Total Energies, Chevron, Exxon, Shell o Eni. Japón ha incluido en su delegación oficial al gigante del carbón Sumitomo. Canadá a los productores de petróleo Suncor y Tourmaline, según el recuento de KBPO.
11.000 desde que hay cumbres
Impedir que estos lobistas participen en las negociaciones climáticas es una reclamación ya histórica de los grupos ambientalistas. Existe incluso un grupo de trabajo en las cumbres que debate cómo abordar este asunto, aunque no se llega a ningún acuerdo. A modo de ejemplo se señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también es un organismo de la ONU, no permite que represenantes de la industria del tabaco asistan a las cumbres antitabaquismo.
Desde que comenzaron las cumbres del clima, a finales del siglo XX, han pasado por las negociaciones climáticas más de 11.000 delegados de las petroleras o las corporaciones del carbón. A pesar de saberse desde que arrancaron los encuentros que las emisiones de gases de efecto invernadero provienen sobre todo de los combustibles fósiles, estos solo fueron mencionados por primera vez en una decisión final de la cumbre en la edición de Glasgow en 2021. Y la primera vez que los países acordaron “transicionar lejos de los combustibles fósiles” fue el año pasado.
En este sentido, un grupo de expertos en política climática entre los que están el exsecretario general del ONU, Ban Ki Moon y la antigua jefa de la Convención de la ONU para el Cambio Climático, Christiana Figueras, han pedido que las COP no puedan organizarse en países que no estén realmente comprometidos con dejar estos combustibles. “Necesitamos unos criterios claros para excluir a los estados que no apoyen la ”transicion lejos“ de los combustibles fósiles”, han escrito.
Justamente el presidente de Azeribayán, Ilham Aliyev, dijo en su discurso inaugural de la COP29 que el petróleo, el carbón o el gas son “recursos naturales” como cualquier otro y que constituyen “un regalo de dios”. También exigió que no se demonizara a países como el suyo por extraerlos y venderlos para “ponerlos en un mercado que los necesita”.
En esta carta abierta piden una “reforma de las cumbres” porque “el formato actual simplemente no puede conseguir el cambio necesario a la velocidad y escala precisas”. “Necesitamos un cambio desde el formato de negociación al de implementación, al pemitir a las COP que se tomen compromisos para asegurar esa transción fuera de los combustibles fósiles.