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Las picaduras de avispas y de abejas causan entre 4 y 5 muertes al año en España

EFE

Madrid —

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Cada año mueren en España entre 4 y 5 personas por anafilaxias causadas por picaduras de abejas o avispas, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que señala que se trata de una incidencia “muy baja” que supone 0,08 muertes por millón de habitantes al año.

En declaraciones a Efe, la doctora Teresa Alfaya, presidenta del Comité de Alergia a Himenópteros de la SEAIC, ha señalado que, aunque estamos dentro de las cifras habituales, “no es común que en una semana haya tres muertes y en la misma zona”.

Para esta experta, los datos hacen pensar que hay algún factor más, como una mayor exposición a estos insectos y una “expansión” de la avispa asiática -la vespa velutina-, por lo que hay más probabilidad de picaduras y de reacciones alérgicas.

No obstante, la picadura de la vespa velutina no es más nociva que la de cualquier otra avispa. De hecho -subraya Alfaya- de las tres muertes registradas, sólo una está relacionada con la llamada avispa asiática.

“Las reacciones alérgicas no dependen del insecto, sino del paciente”, afirma.

Lo normal ante una picadura de avispa es que la reacción sea leve -sólo el 3 % de la población es alérgica- y se traduce en una inflamación menor de 10 centímetros, picor, dolor y enrojecimiento, ante lo cual Alfaya recomienda aplicar frío local y, si es una reacción muy molesta, corticoides en crema.

Si la inflamación que provoca la picadura es superior a los 10 centímetros, hay que aplicar corticoides en crema y antihistamínicos orales y, si es necesario, corticoides orales.

Si tenemos una relación alérgica generalizada, “que son las peligrosas” y tienen riesgo de muerte, inmediatamente hay que administrar adrenalina.

“Los síntomas de una reacción alérgica generalizada son muy claros” e implican lesiones en la piel, como picor, inflamación, habones y enrojecimiento, pero “en zonas diferentes a donde nos ha picado la avispa” y otros síntomas como falta de respiración, ahogo, mareo, pérdida de conocimiento o diarrea. “Síntomas que ya no están relacionados con el punto donde nos ha picado la avispa”.

En este caso -reitera- la actuación tiene que ser lo más rápida posible porque “cuanto más grave es una anafilaxia, más rápido es el desenlace” y a veces “no llegan a minutos”, por lo que hay que acudir a los servicios de urgencias cuanto antes.

Alfaya señala que no se puede predecir quién se va a hacer alérgico, por lo que hay que tener precaución, sobretodo en verano, cuando las avispas están más activas -se activan con temperaturas por encima de los 15 grados-.

“Ahora es el bum, cuando están saliendo de los nidos y en plena actividad y es, además, el periodo en el que la gente está más tiempo en el campo”, explica.

Además, en lugares como Galicia, donde se han producido las tres muertes, coincide con el periodo en el que la gente está desbrozando y quitando maleza, por lo que “se junta que las avispas están activas y que nosotros vamos a su zona”.