El Programa de la OCDE para la Evaluación Internacional de los Alumnos, conocido como PISA, también ofrece la posibilidad de apoyar la investigación, la comparación y la mejora de los centros a través de una prueba específica que, desde la próxima semana, llegará a alrededor de cuarenta colegios españoles.
PISA para Centros Educativos es “una nueva herramienta” que permite a los centros comparar el nivel de competencia de sus alumnos con el de los de otros centros y otros sistemas educativos a nivel nacional e internacional, explica a Efe Elena Govorova, directora de 2E Estudios, Evaluaciones e Investigación, empresa acreditada por la OCDE para realizar la prueba en España.
Se trata de una prueba voluntaria para los colegios o institutos, que deberán contar con un mínimo de 44 alumnos de 15 años matriculados, señala Govorova.
Además, deben abonar cerca de 4.000 euros, cantidad que puede variar según se presente el centro de forma individual o como agrupación.
Desde mañana y hasta Semana Santa se abre el primer periodo para realizar en España por primera vez esta prueba (solo ha habido en España, en el curso 2013-14, una prueba piloto) cuyos resultados, revisados por la OCDE, se harán llegar en tres meses, de forma individual, a cada centro.
Hasta el momento hay apuntados 36 colegios (doce más están a falta de confirmación) y el primero que hará la prueba, que dura un día, la realizará el 20 de enero, afirma Govorova, quien comenta que el nombre de los centros participantes no puede revelarlo.
El proyecto PISA para Centros Educativos comenzó en 2010 como prueba piloto en diferentes países y después se ha llevado a cabo en países como Estados Unidos o Reino Unido y ahora llega a España.
Lo que los alumnos del centro saben y son capaces de hacer en Lectura, Matemáticas y Ciencias y el ambiente de aprendizaje en su centro desde una perspectiva regional, nacional e internacional son los principales aspectos que averiguarán los colegios.
De los 36 centros apuntados hasta el momento quince son públicos y serán los únicos cuyos datos, a diferencia de los concertados y privados, deberán remitir al Ministerio de Educación, comenta Govorova.
La evaluación hace hincapié asimismo en el clima de disciplina, las relaciones profesor-alumno, los hábitos de lectura del alumno en relación con el rendimiento, en qué medida leen bien los diferentes tipos de alumnos y su interés y actitudes hacia las matemáticas y las ciencias.
Un miembro del equipo directivo de cada centro tiene que ser designado coordinador del mismo para colaborar y facilitar la prueba en la fecha elegida y también elabora un listado de alumnos e informa de todo a los profesores implicados y afectados por este proceso de evaluación.
Este PISA se lleva a cabo en el propio centro e incluye un cuestionario para alumnos y otro para el centro.
Se evalúa a los alumnos en una amplia gama de temas a través de 141 preguntas que deberán responder durante aproximadamente 120 minutos, según se especifica en la web del Pisa para Centros Educativos.
Además, se pedirá a los alumnos rellenar un cuestionario de contexto de 30 minutos y al equipo directivo un cuestionario del centro de 15 minutos.
Después, el centro recibirá un informe detallado con los resultados y ejemplos de buenas prácticas del proceso de enseñanza y aprendizaje de los países líderes en educación.
El informe “Pisa in Focus” de la OCDE de 2015 sobre “¿Cómo han cambiado los centros educativos a lo largo de la última década?” concluía que los centros cuentan hoy con mejores recursos materiales y humanos que hace una década y ofrecen entornos de aprendizaje más positivos a los alumnos, pero “no se ha observado ninguna mejora paralela por lo que respecta a la inclusión social y académica”.