El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado este martes su líneas base en materia sanitaria, para un hipotético Gobierno conservador. Desde Valencia, y acompañado por el futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, gracias a su pacto con la extrema derecha, el líder 'popular' ha aprovechado para cargar contra las medidas del Ejecutivo de Pedro Sánchez antes de desgranar su plan maestro. “El modus operandi del 'sanchismo' consiste en hacer todo lo contrario de lo que se ha dicho”, aseveró Feijóo, que, a continuación, pasó a enumerar un decálogo de medidas que, en algunos casos, eran precisamente lo contrario a lo que ha hecho el PP desde el poder.
Feijóo, que ha presumido de dedicar una década de su vida “a la gestión de los servicios sanitarios” desde Galicia, ha afeado al Ejecutivo central su “negligencia en recursos humanos” por el “déficit enorme de médicos de familia”. “No tenemos médicos en todos los pueblos de España porque no tenemos suficientes médicos de familia y cuando un médico coge una baja o disfruta su derecho de vacaciones no podemos sustituirles porque no hay médicos de familias disponibles”, aseguró.
Ante esta situación, el líder del PP se ha marcado como prioridad en su decálogo de medidas para la próxima legislatura “afrontar y aprobar un plan de choque en Atención Primaria”, que pasaría por incorporar incentivos para cubrir las plazas de difícil cobertura e “impulsar una oferta pública adicional de 1.000 plazas MIR”. Esta oferta adicional que se produciría “todos los años hasta solucionar el problema”, choca frontalmente con la realidad que arrojan las últimas convocatorias. Este año quedaron desiertas 131 plazas. En 2022, fueron 93.
Feijóo afirmó también durante su intervención que llevan “cinco años pidiendo ofertas de empleo público adicionales para que aquellos médicos que acaban el grado en medicina y cirugía en las Universidades tengan plazas dentro del MIR para poder hacerse médico de familia si lo desean”. Cinco son los años que lleva Pedro Sánchez siendo presidente del Gobierno. Y cinco son los años que lleva aumentando el número de plazas MIR. De hecho, los expertos señalan que la planificación de los recursos humanos en el sistema sanitario, con periodos de formación que alcanzan la década deben planificarse, al menos a 10 años. Entonces gobernaba Mariano Rajoy, que incluso revirtió la tendencia y llegó a superar el número de egresados de las Universidades al de plazas MIR.
Precisamente, y pese a sacar pecho por su gestión en Galicia, el expresidente de la Xunta mantuvo congelado el número de facultativos durante más de una década y, en la pandemia, llegó a reducir el número de los centros de salud. Las mayores protestas a las que tuvo que hacer frente durante sus años de gobierno fueron también por motivos sanitarios, como la multitudinaria manifestación en Vigo en defensa de la pública en 2022, las protestas por el cierre del paritorio de Verín en 2020, que finalmente tuvo que rectificar, la dimisión de 22 jefes de servicio por la gestión sanitaria en 2018, o la marcha por las calles de Santiago de principios de este año, como herencia a Alfonso Rueda, entre otros capítulos.
El plan de choque de Feijóo para solucionar los problemas de Atención Primaria incluye también “proponer a los médicos que se jubilen a los 72 años”. “Están en condiciones no solo de hacer buena medicina, sino una mejor medicina, basada en la experiencia”, ha indicado. Precisamente, el Gobierno tiene en marcha un programa piloto, con una duración de tres años, para que los médicos y médicas de primaria retrasen su edad de jubilación. El problema es acuciante, porque en España uno de cada tres profesionales de este primer escalón asistencial tiene más de 60 años.
Feijóo continuó su decálogo con el compromiso de “retener el talento de nuestra enfermería y nuestros médicos” y el compromiso de “reducir la temporalidad de los contratos en el Sistema Nacional de Salud”. En realidad, las competencias en recursos humanos son de las comunidades autónomas. Es cierto que el Gobierno puede establecer un marco general, pero en un hipotético Gobierno conservador, el PP llega con la papeleta resuelta. Y no será por el trabajo de un ministro 'popular' o de Vox. El 30 de diciembre de 2021 entró en vigor la ley para reducir la interinidad en el sector público. Pilotada por el socialista Miquel Iceta, entonces titular de Política Territorial y Función Pública, manda a las administraciones autonómicas limitar la temporalidad al 8%, casi 40 puntos menos que ahora en el caso de la sanidad, para 2024.
El líder del PP ha anunciado también una nueva ley general de sanidad, “que incorpore las mejores prácticas de toda Europa” y la creación de una agencia española de innovación y calidad sanitaria. Aunque no ha explicado qué medidas incorporará esa nueva ley, en su lista de cosas por hacer ha incluido reforzar los procesos de innovación e incorporación en el ámbito de la farmacia, mejorar el acceso a los ensayos clínicos con una base nacional de la que beban todos los hospitales y centros de investigación y “facilitar el acceso a diagnóstico y tratamiento a los pacientes con enfermedades raras”.
Además, Feijóo ha hecho hincapié en la salud mental que será “una de las prioridades junto con la atención primaria” del Gobierno que quiere presidir. “Aumentaremos los fondos dedicados a la salud mental, aprobaremos un plan nacional de prevención contra el suicidio y promoveremos programas de salud mental en las escuelas”, ha enumerado.