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El legado del PP en RTVE: desplome de audiencia, censura y miedo a un nuevo ERE

Un momento de la entrevista de Ana Blanco a Rajoy en TVE en octubre de 2015.

José Precedo

Al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, le gustaría que Radio Televisión Española se pareciese a la BBC. O eso dijo en campaña una semana antes de las elecciones del 26 de junio, precisamente en Radio Nacional de España. Durante la entrevista, el candidato del PP aseguró que desea “una televisión independiente y financiada, no objeto de disputa como puede ser la BBC en el Reino Unido”.

Esta declaración llegó después de perder en los comicios de diciembre la mayoría absoluta que le permitió cambiar, vía decreto, la ley que había servido para reducir el control gubernamental de los medios públicos bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy manifestó ese deseo después de haber recortado a TVE y RNE 250 millones de euros; después de que el primer presidente que colocó con los únicos votos del PP al frente de la Corporación, Leopoldo González Echenique, dimitiese a mitad de mandato por falta de financiación; y también después de que su Gobierno decidiese situar al frente del mayor conglomerado de medios públicos al mismo gestor que venía de hundir Telemadrid, José Antonio Sánchez, el mismo que programó un ERE para 860 trabajadores, el 70% de la plantilla.

El balance de casi cinco años de Gobierno del PP al frente de RTVE se traduce en un desplome de espectadores que ha entregado el reinado de la audiencia a Telecinco, primera cadena durante 23 meses consecutivos. Las denuncias de manipulación y censura se han repetido sobre los telediarios y esta vez han tocado incluso a la sección de Internacional, al prestigioso espacio de Informe Semanal, y al Canal 24 Horas, cuyos debates utilizan ahora como cantera a los tertulianos del tea party español.

Los especiales informativos ni siquiera lideran la parrilla durante las jornadas electorales. En julio, La 1 volvió a despeñarse por la pendiente del 9% –en diciembre de 2011 estaba en el 14%– detrás de Telecinco y Antena 3, según el informe de Barlovento de Comunicación con los paneles de Kantar Media.


Evolución mensual de la audiencia de las principales cadenas de televisión

Fuente: Kantar Media | gráfico: eldiario.es

La SEPI culpa a los recortes del Gobierno

El resultado lo acaba de certificar el propio Gobierno a través de la Sociedad de Participaciones Industriales. Su informe de gestión aprobado en julio advierte de una “estructura claramente desajustada” y lamenta el sistema de financiación que excluyó de la vía de ingresos la publicidad para pasar a cobrar un canon por el uso del espacio radioeléctrico.

Pero junto a esos reproches a la era Zapatero, su dictamen incluye un párrafo que lamenta los recortes del actual Gobierno. Lo dice con estas palabras: “Los sucesivos recortes en la aportación del Estado por compensación de servicio público (544 millones en 2011, 344 en 2012, 293 en 2014-15) han desequilibrado por completo el modelo previsto en la ley de financiación llevando a un recorte sustancial de los gastos más sensibles (operativos de programación) en un momento sustancial de toma de posesiones por parte de los operadores privados ayudados especialmente por los recursos procedentes del abandono del mercado publicitario por parte de la CRTVE, lo que ha supuesto una drástica caída de su cuota de audiencia hasta niveles que pueden calificarse como críticos”.

La SEPI –dependiente del Ejecutivo de Mariano Rajoy– se queja de los recortes que el Gobierno ha hecho en la corporación RTVE, propiedad de la SEPI y por tanto del Gobierno. En números, el ente público arrastra un déficit anual de 100 millones de euros (que se salvó este año por un cambio legal que facilitó la devolución del IVA). En letras, la SEPI retrata una estructura “obsoleta”.

La plantilla del ente público ha leído las conclusiones del dictamen como una amenaza de otro posible ERE. Dirigentes del comité de empresa consultados por eldiario.es creen que el Gobierno está lanzando un globo sonda y recuerdan que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha ocultado su idea de dejar la plantilla en 4.000 profesionales, frente a los 6.500 que tiene ahora.

“Parece rocambolesco que quien provoquen el recorte luego se haga el extrañado. El informe de la SEPI dice que el 42% del presupuesto se lo come la masa salarial. Pero ese cálculo se hace después de haber reducido la aportación del Gobierno en 250 millones de euros. De lo contrario, la masa salarial comportaría el treinta y pico por cierto, como en la mayoría de las empresas. No es que hayan aumentado salarios, es que se han bajado los ingresos”, asegura el secretario general de UGT en RTVE, Miguel Curieses.

El PP mantiene silencio sobre el dictamen de la SEPI. Este medio se ha puesto en contacto con el grupo del partido en el Congreso, que ha rehúsado hacer valoraciones sobre las conclusiones del informe.

El rediseño de la futura corporación en todo caso compete al próximo Congreso de los Diputados. Será un hemiciclo fragmentado y plural –si la legislatura echa a andar– el que tendrá que determinar qué modelo quiere para los medios públicos, renueve el mandato marco y elija a un nuevo consejo de administración.

El equilibrio de fuerzas en el Gobierno del ente se ha quedado viejo, igual que ha sucedido en otras importantes instituciones. El PP, con un 33% de los votos en las elecciones de junio, sigue manteniendo seis de los 9 miembros del consejo, a la espera de que comience la actividad parlamentaria.

Miguel Ángel Sacaluga ha sido una de las voces más críticas durante el actual mandato. Representante del PSOE en ese órgano, también agota el tiempo de descuento. Su mandato lleva caducado más de dos años y asegura que el PP “ha minado la independencia económica de RTVE con sus recortes y también la profesional con un decreto ley que volvió a gubernamentalizar los medios públicos”. Denuncia que José Antonio Sánchez ha calcado sus planes de Telemadrid e intenta montar una redacción paralela contratando periodistas, varios de ellos procedentes de medios de claro enfoque conservador como Libertad Digital a los que se encomiendan las informaciones más delicadas.

Al frente de la sección de Economía, se ha colocado a una periodista que tuvo que dimitir en 2013 como asesora de una consejera del PP por hacer listas negras de compañeros de la casa buceando en supuestas adscripciones ideológicas y sindicales.

“La manipulación ha dejado de ser noticia”

El Consejo de Redacción, el órgano de los trabajadores que fiscaliza el ejercicio profesional, ha publicado en este tiempo un buen número de comunicados. “Los primeros se destacaban en prensa, pero la manipulación de TVE ha dejado de ser noticia”, cuenta un profesional que lleva 30 años en el ente público. “Está el refugio de La 2, que con sus índices de audiencia no preocupa a los jefes”.

El informativo del segundo canal fue el único que emitió la grabación al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la que intentaba fabricar causas contra los independentistas junto al director de la Agencia Antifraude de Cataluña. Fue la última vez que el comité profesional reclamó la dimisión de la dirección de informativos.

Ese “refugio” de La 2 también ha vivido en estos años sus propios sobresaltos. El informativo que presenta Mara Torres se negó a firmar un informativo después de ver cómo se retiraba de la escaleta una información sobre un acuerdo de los partidos para devolver la pluralidad a TVE.

Una periodista con muchos trienios en la casa asegura que junto a la “manipulación evidente” hay otro problema tanto o más grave: “La inexperiencia de algunos de los cargos que han asumido el poder en el equipo actual. Para dirigir Televisión Española hace falta algo más que seleccionar los editoriales de La Razón [en alusión al jefe de informativos José Antonio Álvarez Gundín]. Y no puede ser que chavales de 35 años, sin grandes méritos periodísticos acaparen tantas responsabilidades y dirijan un canal y tertulias en prime time”.

En el centro de muchas miradas está Sergio Martín, director del Canal 24 horas, presentador del programa de La Noche y conocido por plantear a Pablo Iglesias si estaba de enhorabuena por la excarcelación de un etarra. La pregunta fue calificada como “poco apropiada” por la dirección de la Corporación.

No ha sido la única denuncia de los profesionales en relación a la arbitrariedad con la que, aseguran, se gestiona la información en el ente público. TVE interrumpió la rueda de prensa del candidato Albert Rivera posterior a su encuentro con el rey dentro de la ronda de contactos de Felipe VI con los distintos candidatos para emitir la arenga del presidente Rajoy a los representantes olímpicos.

En el telediario del mediodía del pasado jueves, se emitieron imágenes de una denuncia presentada por el secretario general de Podemos en Arzúa, un pueblo coruñés de 6.000 habitantes, contra la dirección del partido por irregularidades en las primarias.

“Da igual, todo vale con tal de atender los intereses políticos de la dirección. Es así cada día. Hay gente de baja y otros que se han pedido excedencias o cambios de secciones. De la época gloriosa de TVE, la de los premios internacionales donde seguramente había cosas que mejorar, hemos pasado a esto. Es una pena dónde nos ha llevado el sectarismo y la incompetencia. Y luego está lo de subcontratar productoras, aunque eso ya venía de la anterior etapa”, señala una profesional que ocupó puestos de responsabilidad tanto con gobiernos del PP como del PSOE. “Esto es mucho peor que la época de Urdaci. En la tertulias está representado todo el espectro político, de la derecha a la ultraderecha”.

Presentadoras como Mariló Montero han recibido varios reproches del comité profesional y de asociaciones de espectadores por sus salidas de tono en directo. El regreso de Ernesto Sáenz de Buruaga al frente de otro debate, Así de Claro, suscitó polémica entre los profesionales de la casa hasta que su batacazo en audiencia motivó la cancelación del espacio al tercer programa.

El comité de empresa ha lamentado además la pérdida de infraestructuras de la corporación. La venta de los estudios Buñuel, por 30 millones de euros, y las obras que se realizan en otras instalaciones han provocado que “TVE tenga ahora mismo operativo un plató y medio”, según Curieses, de UGT.

El modus operandi denunciado reiteradamente por los propios trabajadores del ente ha registrado esta semana un nuevo capítulo con la conversación del director de centro territorial de RTVE en Murcia, cuyo audio ha publicado este medio, a propósito de sus funciones en la televisión pública: “La información la doy como yo quiero, yo elijo los totales, me llaman cabrón y lo voy a ser”.

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