“La precariedad es frustración, no poder hacer mi vida, tener un hijo, una casa”
Lorena Coronado lo intenta. Esta sevillana de 34 años se fue a Londres a buscarse la vida porque su paso por el mercado laboral español fue un fiasco que le hizo sentirse “una inútil que no servía para nada”. Allí encontró trabajo rápido, pero tres años después se tuvo que volver por circunstancias personales. Cuando regresó la cosa cambió, pero no tanto como para mejorar su situación. En los tres años que lleva de vuelta ha encadenado todo tipo de trabajos, siempre temporales: se ha empleado en tres tiendas, de teleoperadora, en el Circo del Sol, ha llegado a cubrir conciertos como fotógrafa, cumpliendo (breve y precariamente) su ilusión de trabajar con la cámara de fotos que se compró con gran esfuerzo. Pero no le da para imaginar una vida propia.
“La precariedad me provoca mucha frustración. Me va cerrando puertas de todo lo que quiero hacer. Hablo de tener un hijo, no me quiero morir sin ser madre, aunque sea sola, pero, ¿así cómo lo hago? Hablo de tener una vivienda, hacer mi vida, lo veo impensable. De tener un trabajo que me guste, que no suponga un martirio levantarme e ir a trabajar. Me causa mucho mal”.
Vídeos realizados por Olmo Calvo y Celia Hernández.
Vídeos realizados por Olmo Calvo y Celia Hernández.
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