Actualmente en España hay aproximadamente unas 8.000 personas que toman la Profilaxis PreExposición para prevenir la transmisión del VIH. Este medicamento también es conocido como PrEP, un tratamiento que ha cambiado la vida de miles de personas en los últimos años. Es una estrategia preventiva, dirigida a pacientes VIH negativos que actúa como antirretroviral, que si se toma bajo supervisión médica y de forma diaria reduce el riesgo de transmisión.
A pesar de que durante la última década muchos estudios evidenciaban la eficacia de la PrEP para impedir nuevas transmisiones de VIH, no fue hasta 2016 cuando la Agencia Española del Medicamento aprobó su uso en nuestro país. Fue en 2019 cuando se introdujo en el Sistema Nacional de Salud y empezó a dispensarse en toda España a cargo de la sanidad pública.
“Yo la llevo tomando desde hace tres años, desde que me apunté a un ensayo clínico de la farmacéutica que la promovía”, nos cuenta Juanjo, que sigue con el tratamiento a pesar de haber terminado la investigación en la que participaba. “Empecé a tomarla porque quería participar en un proyecto preventivo. He vivido el VIH de muy cerca y he perdido muchos amigos por el virus”.
Para la prevención de la transmisión del VIH la PrEP juega un papel muy importante, pero este tratamiento no evita otras infecciones de transmisión sexual. Reyes Velayos, presidenta de la Coordinadora estatal de VIH y sida (CESIDA), hace hincapié en estos riesgos: “Para unas relaciones sexuales seguras la PrEP se debe complementar con el resto del pack preventivo: preservativo y lubricante”.
Antes de que se introdujera la PrEP en la Sanidad Pública en 2019, algunas personas la compraban por Internet y sin supervisión médica. A partir de ese año, se ha convertido en un derecho más para las poblaciones de riesgo como estrategia preventiva y se dispensa en todas las comunidades autónomas a través de hospitales, centros de referencia o unidades de enfermedades infecciosas. En algunas autonomías hay largas listas de espera.
A pesar de la introducción de esta herramienta de prevención en el Sistema Nacional de Salud el señalamiento sigue: “Se estigmatizó a las personas que lo reclamaban como un derecho, cuando lo único que hacen es cuidar de su salud sexual y de la de los demás”, apunta Reyes.
Esta medicación está dirigida a los colectivos que tienen más riesgo de contraer el VIH: hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, mujeres trans y mujeres que se dedican a la prostitución. Además, los dos primeros colectivos deben cumplir al menos dos de los siguientes requisitos en el último año:
- Haber tenido más de diez parejas sexuales diferentes
- Haber practicado sexo anal sin protección
- Haber consumido drogas para mantener relaciones sexuales que, además, se han practicado sin preservativo
- Haber tenido al menos una ETS bacteriana
- Haber recurrido a un tratamiento antirretroviral PEP tras una relación sexual de riesgo
Si quieres saber más sobre la PrEP puedes consultar a cualquier organización que trabaje para la prevención del VIH y el Sida, como la Coordinadora Estatal de VIH y sida (CESIDA).