El presidente de los obispos justifica al alcalde de Vita que cantó en una verbena una canción sobre abusar de una niña

“Conociendo lo que pasa a altas horas de la madrugada después de haber bebido esto o lo otro...”. El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha justificado los cánticos con contenido pederasta entonados durante una verbena por el alcalde de Vita, Antonio Martín. En una entrevista con Europa Press, el líder de los obispos españoles califica los cánticos como “reprobables” por su “elogio de la violencia”, aunque matiza que han de ser puestos “en contexto” de una fiesta local. Martín se ha disculpado y ha sido expulsado del PP, aunque “de momento” se ha negado a dimitir.

El arzobispo de Valladolid se ha quedado solo en la justificación de una actitud reprobada por todos los partidos políticos, a excepción de Vox. De hecho, antes de presidir el Consitorio bajo las siglas populares, Martín fue uno de los primeros alcaldes de la ultraderecha salidos de las urnas en 2019. Hasta Abogados Cristianos ha anunciado la presentación de una querella contra el primer edil por unos presuntos delitos de incitación a la pederastia y provocación sexual.

Durante la celebración de las fiestas de Vita, Martín subió al escenario y entonó delante de los vecinos la siguiente letra: “Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. La subí la faldita y le bajé la braguita (...) La eché el primer caliqueño. La eché el segundo caliqueño. En el tercero ya no quedaba leche”.

“Algo que haga un elogio de cualquier tipo de violencia me parece reprobable”, ha subrayado Argüello “ al ser preguntado sobre el escándalo. Pero ha querido introducir matices y ha pedido ”poner las cosas en su contexto“. ”Conociendo lo que es las fiestas de muchos pueblos, conociendo lo que pasa a altas horas de la madrugada después de haber bebido esto o lo otro, hay que situarlo en ese contexto“, sostiene en la entrevista.

Para el presidente de la Conferencia Episcopal, un alcalde en fiestas “debe ser el último responsable” de que todo vaya en orden. “En ese sentido tiene una responsabilidad seguramente añadida”, concedió. Sin embargo, añadió: “Tendríamos que hacer el repaso de tantas letras, de tantas canciones, muchas en inglés, que se cantan en nuestras verbenas de las fiestas, en pueblos, en ciudades, a lo largo de estos días, también para poder salir al paso de lo que sea especialmente negativo”, para “poder situar las cosas en un contexto”. La máxima autoridad de gobierno de la Iglesia española aboga por “no crecer en lo que pudiera ser una sociedad excesivamente puritana que hace que cualquier texto, que cualquier letra, parezca ser rechazada”.

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