El primer mapa para saber a dónde ir si sufres violencia sexual: “Acompañar desde el primer momento atenúa el impacto”

Se acabó no saber a dónde acudir tras haber sufrido violencia sexual. Desde este jueves está en marcha la web violencia-sexual.info creada por Fundación Aspacia para recopilar todos los recursos que existen en cada lugar del país. La herramienta estrella es un mapa que permite localizar los servicios de atención especializados, como centros de crisis o de recuperación integral, que estén más próximos a quien los necesite. Además, la página web cuenta con orientación sobre qué hacer tras una agresión, un listado de derechos e información para familiares, personas conocidas o profesionales.

La página web está especialmente dirigida a mujeres adultas y su entorno, además de profesionales que puedan tratar con ellas. Con este servicio, Fundación Aspacia pretende “generar un espacio seguro con información clara y veraz”, una suerte de repositorio con todo lo que pueda necesitar una persona para informarse sobre “qué es la violencia sexual, cómo prevenir y actuar después”, explica Virginia Gil Portolés, directora de la entidad.

El mapa que incluye el sitio web es el primero que recoge los recursos de interés en materia de violencia sexual en el ámbito estatal. De momento, cuenta con buscadores de atención sanitaria, centros de crisis 24 horas y centros de recuperación integral. De momento, el mapa incluye los ocho centros de crisis que ya están en funcionamiento, pero las comunidades autónomas aún tienen hasta el 31 de diciembre de este año para poner en marcha uno por provincia. Una vez estén abiertos, se incluirán en la base de datos del mapa. “Es una web en constante alimentación”, declara Gil Portolés, que anuncia que, con el tiempo, se sumarán al mapa otros servicios, como centros para víctimas de trata, asistencia jurídica o atención policial especializada en violencia contra las mujeres, según se vayan implementando o constaten que están funcionando.

Las impulsoras de la web han tenido en cuenta la posibilidad de que la víctima conviva o se encuentre cerca del agresor y han instalado un botón de “salir rápido” que está visible en todo momento que se navega por la web. Un clic y aparecerá el buscador de Google en la pantalla. Eso sí, la web deja rastro en el historial de navegación. La fundación Aspacia está tratando de cambiarlo para reforzar la seguridad pero, hasta entonces, recomienda entrar en el modo de navegación privada, que no deja huella en el historial.

En caso de violencia sexual

A veces, las mujeres pueden dudar de si están sufriendo o han sufrido violencia sexual. No encajar en el relato más mediático de una violación callejera —por parte de un desconocido y con grandes dosis de resistencia de la víctima— puede acarrear dudas sobre si calificar la propia vivencia como agresión o no. Por ello, la web dedica uno de sus apartados a desbancar mitos. Contraponen datos para ampliar el imaginario sobre la violencia sexual: el 70% de los agresores son del entorno de la víctima, más de dos tercios de ellas quedan inmóviles durante la agresión y solo el 8% denuncia —por miedo a no ser creídas, por culpa, o por vergüenza, aclaran—.

Una vez consumada la agresión, la mujer puede quedar con dudas. ¿Qué hacer ahora? Violencia-sexual.info responde: buscar atención médica —para detectar o evitar ITS o embarazos no deseados, para hacer un examen forense en los casos más recientes—, guardar las pruebas y llamar a alguien que pueda acompañar y escuchar. Después, la web ofrece su buscador por si hiciera falta acudir a un centro de crisis o recuperación integral. “Si acompañas a las mujeres desde el primer momento, se atenúa el impacto de las violencias”, asegura Gil Portolés. La directora de Aspacia pone en valor los centros de atención y recuperación de la violencia sexual, y explica que será cada territorio el que desarrolle con qué servicios cuenten. Eso sí, deberían incluir “lo importante”: información y orientación a las mujeres, acompañamiento en el primer momento o atención psicológica, enumera.  

Saber cómo acompañar

La de acompañar a víctimas de violencia sexual es una tarea en la que todavía pueden existir muchas dudas, ya sea desde profesionales, familiares o amistades. Para paliar esa falta de formación y sensación de “desbordamiento”, la web ofrece pautas sencillas y claras “para no hacer un daño mayor y saber cómo apoyar constructivamente”, explica Gil Portolés.

“Como acompañantes, debemos respetar los ritmos, los tiempos y las decisiones de las supervivientes sin opinar ni juzgar”, dice la directora de Aspacia. También podemos ayudar a encontrar un servicio especializado, pero —advierte Gil Portolés— respetando los plazos, pues “igual no es el momento de buscar ayuda profesional”. Y termina con un mensaje de ánimo: “Hay luz al final del túnel”.