COVID-19

Claves de los primeros resultados de la investigación de la OMS en China

La misión de la OMS en China para buscar el origen del SARS-CoV-2 ha arrojado sus primeros resultados. Dos miembros del equipo internacional trasladado a Wuhan y otros dos de la delegación china han comparecido desde la ciudad donde se identificó el primer caso de coronavirus en diciembre de 2019. Peter Ben Embarek, experto en enfermedades animales y seguridad alimentaria de la OMS y Marion Koopmans, viróloga, han hablado en nombre de los 17 investigadores extranjeros que ya llevan un mes en el país, desde que aterrizaron el 13 de enero y guardaron dos semanas de cuarentena en un hotel.

“¿Ha cambiado drásticamente la imagen de la que partíamos? Lo dudo. ¿Nos ha permitido conocer un poco mejor cómo empezó todo? Absolutamente”, ha dicho Embarek durante su turno de palabra. Por el lado de China, el jefe de la investigación Liang Wannian ha destacado en todo momento la actitud de colaboración de su país con la OMS antes de adelantar las primeras conclusiones.

Sin pistas del animal que lo introdujo en Wuhan

Si bien partían de la evidencia de que el coronavirus es una zoonosis, una enfermedad infecciosa de origen animal, Liang ha dicho que no han encontrado aún a la especie huésped que lo introdujo en Wuhan. No hay evidencias de que el murciélago o el pangolín fuesen la principal vía de transmisión, según las muestras que han analizado. “El tipo de coronavirus encontrado en esas especies no es idéntico al SARS-CoV-2”, ha explicado el experto chino. De la misma forma, la alta susceptibilidad de los gatos y los visones sugiere que hay otros animales que pueden actuar como intermediarios, pero aún continúan las investigaciones en este campo.

No obstante, los portavoces de la OMS han pedido seguir de cerca a las poblaciones de murciélagos porque pueden seguir siendo “reservorios de este virus o de un virus similar”, aunque es poco probable que estuvieran en Wuhan en el inicio de la transmisión. Por su parte, Embarek ha confirmado que han mapeado la actividad de todos los puestos de venta que había en diciembre de 2019 en Huanan para intentar encontrar al animal intermediario. Pero partiendo de la hipótesis de que estos huéspedes pueden ser animales salvajes, el científico ha asegurado que aún continúan trabajando en las “complicadas rutas” que pueden llevar a cabo “incluso atravesando fronteras”.

Por su parte, Koopmans ha indicado que los mariscos no han presentado ningún resultado positivo, pero que el rastreo exhaustivo de todos los animales y productos en el mercado mostró que había otras especies susceptibles de contagiarse, como los conejos o las ratas de bambú.

El mercado de Wuhan no fue el origen

Otro de los grandes avances de esta investigación a dos bandas ha sido el descubrimiento de que no hay muestras de coronavirus anteriores a finales de 2019 en Wuhan. Todas las señales llevaban al mercado de Huanan como foco principal de la enfermedad, pero Liang ha desvelado que se han encontrado muestras en otros mercados y otras partes de la región simultáneamente. También hubo casos en los que no estuvo relacionado ningún tipo de mercado. Por lo tanto, el equipo puede asegurar que hubo transmisión comunitaria en Huanan, pero no que sea el origen de las primeras infecciones en China.

Por otro lado, los investigadores encontraron muestras infectadas en varias superficies del mercado, lo que les llevó a preguntarse cómo entró el virus por primera vez en ese espacio. Los expertos de la OMS han recurrido a cuatro hipótesis para dar salida a esta cuestión.

Seguimos trabajando con la hipótesis de que pudo introducirse por una persona infectada. Pero también podría ser mediante un producto. Entre los productos más interesantes se encuentran los animales salvajes de granja congelados.

Las cuatro hipótesis de trabajo de la OMS

Peter Ben Embarek ha descrito brevemente las cuatro hipótesis de las que partía su equipo y que han refutado o confirmado con argumentos científicos durante este tiempo. La primera, que el coronavirus saltó directamente desde el animal original al humano; la segunda, que hubo una especie intermediaria y más cercana a la población que hizo de segundo reservorio y provocó que el virus se adaptase mejor; tercera, que se introdujo mediante la cadena alimentaria o los productos congelados que se venden en los mercados chinos; y, por último, que se hubiese escapado accidentalmente de un laboratorio.

Para tranquilidad de muchos, la última hipótesis ha sido calificada como “extremadamente improbable” y de hecho no va a usarse en posteriores estudios. Lo más probable para los expertos chinos y de la OMS es que pasase a los humanos a través de un animal intermediario, pero en sus próximas investigaciones seguirán de cerca las otras dos posibles vías de transmisión, sobre todo la de los alimentos congelados.

La hipótesis de que el virus fue diseñado por humanos ya ha sido refutada por toda la comunidad científica. En cuanto a la fuga del virus, en ningún laboratorio de Wuhan existían muestras del SARS-CoV-2, y si no existen no hay forma de que se filtren.

“Sabemos que el virus persiste y sobrevive congelado, pero no sabemos si se puede transmitir a humanos y en qué condiciones puede producirse esa transmisión. Será interesante ver si un animal infectado congelado pudo entrar en mercados con unas condiciones de humedad que propiciaran la propagación del virus”, ha explicado Embarek, animando a estudiar más en profundidad esta opción. El portavoz de la OMS también ha incitado a sus colegas científicos a analizar otras fuentes de información menos conocida como los bancos de sangre. “Y no solo aquí en Wuhan y en otras ciudades y provincias chinas”, sino también en otros países.

Como anécdota, ha terminado diciendo que cuando fueron a entrevistar a una de las primeras personas infectadas en diciembre de 2019, esperaban encontrarse a un aventurero, pero que era una persona con hábitos normales, urbanos, con un trabajo administrativo y una pasión por el ocio en Internet.

Liang Wannian ha puesto mucho énfasis en que esta misión era solo la “primera parte” de las investigaciones de la OMS sobre los orígenes del virus, y que China llevaba rastreándolos desde el verano pasado. Sin embargo, la misión fue el resultado de meses de intensas negociaciones. A pesar de que en la rueda de prensa los científicos han admitido que queda mucho por estudiar en el país asiático, Liang ha insinuado que la parte china de la investigación de la OMS ha llegado a su fin.