Fernando Suárez pasó la prueba para ser catedrático gracias, en parte, al trabajo que ya habían hecho antes Juan Manuel Carretero y César Olivera. Estos dos investigadores han dedicado años de carrera a trabajar para seguir aportando novedades a sus respectivos campos, “lo que es el sustrato del trabajo científico”.
Olivera recuerda lo que puede parecer obvio. Se acaba de enterar de que el rector de la Universidad Rey Juan Carlos copió y pegó párrafos completos de su tesis doctoral sin citarle adecuadamente en la prueba de habilitación para ser catedrático. “No entiendo cómo una persona de cierto nivel comete semejante barbaridad. Si utilizó ese texto en una oposición a cátedra como original e inédito, ahí hay un fraude”, explica a eldiario.es al otro lado del teléfono.
Este investigador, que fue aprendiz del padre de Fernando Suárez –el medievalista Luis Suárez Fernández–, dice sentirse “muy dolido” y lamenta el daño que estos hechos hacen al “prestigio” de la universidad. Sobre el rector, pocas concesiones. “Él ya es un árbol caído. Por sus propios méritos ha pasado a ser de la lista de personas no fiables”, asegura.
El mayor damnificado, el investigador del que más párrafos copió en el examen, se llama Juan Manuel Carretero Zamora y es el mayor especialista de las Cortes de Castilla en España. Tiene 62 años, seis sexenios y poca voluntad de significarse en nada más allá de sus investigaciones. “Yo no me quiero implicar en esto, pero estoy alucinado. Es un auténtico saqueo de mis investigaciones y espero como colega que Suárez me dé explicaciones. Lo mínimo que puede hacer es disculparse ante los compañeros por habernos saqueado”, sostiene.
Para Carretero, “cuando alguien recurre a hacer esto es que tiene déficits profesionales e intelectuales muy grandes”. “Acceder a la cátedra copiando demuestra que no estaba preparado porque no tiene capacidad científica. Un buen profesional tiene recursos para preparar una cátedra”, señala el investigador, que subraya “lo tosco” del modo en que se copia y pega en el texto de Suárez.
“La autonomía no puede servir para bloquear”
Los dos investigadores piden, como ya han hecho otros colegas en este manifiesto, que “las autoridades académicas y administrativas evalúen hasta dónde se puede castigar la conducta de Suárez”. Carretero Zamora reconoce que “la universidad tiene autonomía para gestionar sus funciones, pero no para bloquear inspecciones y la búsqueda de responsabilidades” y cree que “esto va a acabar en agua de borrajas porque nadie quiere entrar al trapo”.
El ministro de Educación se desentendió del asunto y miró a Cristina Cifuentes, presidenta de la comunidad autónoma a la pertenece la URJC. Y ella eludió pronunciarse hasta que lo haga la institución educativa. La Rey Juan Carlos dijo que abriría una comisión académica de investigación que hoy, más de tres semanas después, se desconoce si ha empezado a funcionar porque la universidad se niega a comunicarlo.