Madrid, 25 nov (EFE).- España es el país de la Unión Europea que más plásticos vierte al mar, 126 toneladas diarias, y más del 90% de sus aguas son muy profundas, lo que hace inviable la retirada de residuos a esos niveles, según el estudio “España: buceando entre plásticos” de la organización Oceana.
El informe identifica los puntos con más riesgo de convertirse en “trampas de plásticos” y pone de manifiesto la “elevada susceptibilidad” de las aguas españolas a acumular estos residuos debido a la alta urbanización del litoral, a la existencia de un mar semicerrado como el Mediterráneo y a la compleja geomorfología de los fondos marinos.
A ello hay que añadir que España es el segundo país de la Unión Europea en profundidad de sus mares y que está rodeada enun 92,4% por aguas profundas, con una media de 3.013 metros, lo que según Oceana equivaldría a la cordillera de los Pirineos invertida en el fondo del mar.
Los cañones, escarpes y montañas que existen en las profundidades de la costa española son enclaves ricos en biodiversidad, pero también “trampas de plásticos” que hacen imposible retirar la basura, señala la organización.
Aseguran que las zonas costeras más pobladas y las desembocaduras de los ríos son los principales orígenes del vertido de plástico que acaba en el fondo del mar, siendo la vertiente mediterránea, en especial el archipiélago balear, algunas zonas de Murcia y el Mar de Alborán las áreas marinas más vulnerables.
Asímismo, destacan como más vulnerable por su alto valor ecológico la zona que delimita la plataforma continental cantábrica (escarpe de Galicia) y que acumula cañones y montañas submarinas, con áreas de especial confluencia como el norte de Cantabria y País Vasco.
El estudio también constata que el 80% de los plásticos que se vierten al océano provienen de la tierra y que la mayoría de las veces llegan al mar a través del sistema de alcantarillado, arrastrados por tormentas o movidos por el viento desde entornos urbanos y canalizados a través de desembocaduras, bahías y zonas fluviales, sin olvidar que cada vez son mayores los deshechos que arrojan los barcos pesqueros o recreativos.
A la vista de estos datos, la directora de la campaña de Plásticos de Oceana en Europa, Natividad Sánchez, ha subrayado la necesidad de actuar de forma “contundente” contra estos vertidos y ha señalado que la legislación debe responder a las características de la costa española, porque “los plásticos tienden a acumularse en los ecosistemas de profundidad y pueden tardar siglos en degradarse”.
Para el director de Expediciones de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar, “uno de los peligros más desconocidos es que las estructuras geomorfológicas a gran profundidad actúan como trampas de plástico y convierten a esos ecosistemas en vertederos submarinos”.
En el informe de Oceana se pone de manifiesto la necesidad “urgente” de crear “un marco legal ambicioso” para aplicar la Directiva de Plásticos de un Solo Uso en España “e ir más allá de los mínimos marcados por la UE para reducir de forma drástica” la llegada de esta basura al mar, según señalan desde la organización.
Entre las medidas que proponen para hacer frente a estos vertidos figuran eliminar vasos y recipientes de comida desechables en bares, restaurantes y edificios de la Administración, reducir el consumo de toallitas húmedas o suprimir las anillas de plástico de los packs de bebidas y la suelta de globos.
Además consideran necesario que se fijen objetivos en la comercialización de envases rellenables, que se introduzca un impuesto a productos de plástico de un solo uso no sanitarios y desarrollar protocolos de retirada de residuos del fondo del mar.