Bangkok, 2 sep (EFE).- El promotor del macro proyecto de templo budista en Cáceres, José Manuel Vilanova, se reunió esta semana con miembros de la junta militar golpista de Birmania (Myanmar) durante un viaje en el que buscaba apoyos en el país.
El presidente de la Fundación Lumbini Garden, que se reunió con el ministro de Turismo birmano, Htay Aung, explicó hoy a Efe que busca llegar a acuerdos con comunidades monásticas de países asiáticos donde promociona el proyecto, para lo que debe informar a las autoridades de cada lugar.
Vilanova visitó Birmania del 27 de agosto al 1 de septiembre y en este viaje le acompañaron la empresaria Pilar Acosta, patrona de la Fundación, y el arquitecto Tomás Vega.
“Cuando vinimos hace cuatro años informamos al gobierno de Aung San Suu Kyi y ahora hay otro gobierno al que hemos tenido que informar también”, declaró el empresario español, promotor del centro budista que contará con una estatua gigante de Buda y que quiere convertir a la ciudad extremeña en un polo de atracción de turistas asiáticos.
“Las circunstancias políticas de cada país son ajenas a nuestro trabajo”, declaró Vilanova desde Tailandia dentro de su gira de promoción del proyecto y búsqueda de financiación, que le llevará también a Laos.
El encuentro, destacado en medios afines al régimen, es excepcional por el escaso número de ciudadanos occidentales que se han reunido con las autoridades birmanas desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, que supuso el encarcelamiento o exilio de los principales líderes democráticos y sumió al país en una profunda crisis política, social y económica.
Durante la reunión, el ministro birmano emplazó a los representantes de la Fundación a “compartir sus experiencias cuando lleguen a España, después de ver la situación real del país durante su visita”, según publicó este jueves el diario oficialista Global New Light of Myanmar.
Según revelaron fuentes diplomáticas a Efe, la Embajada española “no estaba al tanto del viaje” y señalaron que la visita “no es acorde con la política exterior española hacia un régimen militar que no reconoce”.
Desde España, igual que el resto de países de la Unión Europea y la práctica totalidad de la comunidad internacional, se evita cualquier contacto de alto nivel con la junta birmana que pueda ser interpretado como una legitimación del régimen militar golpista que acabó con el gobierno electo de Aung San Su Kyi.
Los responsables del proyecto de la Fundación Lumbini Garden, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Cáceres, recibieron una subvención de la Junta de Extremadura de 281.229 euros, como una “apuesta por posicionar Extremadura como destino de inversión, turístico y como un espacio de diálogo cultural entre Occidente y Asia”.
La Junta de Extremadura afirmó hoy a Efe que “no tiene conocimiento alguno del supuesto viaje del presidente de la Fundación Lumbini, José Manuel Vilanova, a Birmania” y apuntó que se trata de “una fundación privada y, como tal, su presidente no tiene ninguna obligación de comunicar su agenda a la Junta de Extremadura”.
Además, añadió que “este viaje no forma parte de los acuerdos recogidos en el memorando de entendimiento entre la Fundación Lumbini y la Junta de Extremadura”.
BUDA GIGANTE DE JADE BLANCO
El elemento más llamativo del proyecto de la Fundación en Cáceres es la futura construcción de la mayor estatua de Buda sentado en el mundo, con una altura de 47 metros y que se construiría con jade blanco de Birmania, un valioso material en su mayoría controlado por empresas afines a los militares.
Vilanova, que también ha visitado estos días una mina de jade blanco de Mandalay, aseguró que las minas, con las que tienen acuerdos y de las que ya han extraído jade para la construcción de una estatua de dos metros y estatuillas, están todas en manos privadas.
POLÉMICO MONJE
Durante su viaje, los representantes de la Fundación se reunieron también con el prominente monje budista Sitagu Sayadaw, uno de los líderes religiosos más importantes del país cuya imagen ha quedado dañada en los últimos años por su cercanía con los militares y por un sermón en el que justificó la violencia contra los rohinyá, una etnia de mayoría musulmana discriminada en el país.
Sigatu protagonizó el paso julio un polémico viaje, junto al jefe de la junta militar Min Aung Hlaing, a Moscú, donde consagró una réplica de la pagoda de Shwezigon, ceremonia a la que asistieron autoridades rusas.
La violenta represión los militares desde el golpe de Estado ha dejado ya más de 2.200 muertos, mientras que más de 12.000 personas permanecen arrestadas de manera arbitraria.