Los propagandistas católicos acusan a Sánchez de seguir “directrices mundiales” para “la demolición de la familia”

Al calor de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que anunció su versión de la defensa de la familia mediante un cheque bebé cada mes durante dos años para mujeres que cumplan tres condiciones muy precisas (ser menor de 30 años, tener una renta anual inferior a 30.000 euros y llevar al menos diez años empadronadas en Madrid), los propagandistas católicos se han lanzado a acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de aliarse con “directrices mundiales que determinan una agenda de género que supone, en primer lugar, la demolición de la familia”.

La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), asociación que sostiene al CEU y que cada año organiza el congreso 'Católicos y Vida Pública', considera que el Gobierno de España busca “imponer un cambio de mentalidad” con leyes como las del matrimonio igualitario, el aborto o la eutanasia. “Se están poniendo en duda la tradición y la cultura católica, y estamos presenciando la redefinición del bien y del mal, lo que complica la transmisión de la fe para los católicos, ya que en ocasiones nuestro mensaje parece políticamente incorrecto”, tal y como denunció este lunes el director del congreso, Rafael Sánchez Saus. Justamente estos días, la representante del partido ultraderechista VOX en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, exigió a Díaz Ayuso que derogue las leyes de protección para mujeres y colectivos LGTBI

Los propagandistas, que ya financiaron una campaña contra la ley de la eutanasia (con lona de 500 metros cuadrados con una calavera frente al estadio Santiago Bernabéu incluida), “estamos presenciando desde las últimas décadas un nuevo fenómeno, el de la 'corrección política'” que trae como consecuencia “la privación de la libertad tal como la entendemos desde el marco del humanismo cristiano”.

“Estamos asistiendo a un cambio del legado cultural cristiano y en los últimos años se están cuestionando muchas de las cosas que se consideraban buenas”, recalcó el portavoz de los propagandistas. “Desde el ámbito político y legislativo comienza a definirse lo que es bueno y lo que es malo, y el cristianismo queda situado en lo políticamente incorrecto, en lo opresivo”, lamentó Saus, quien advirtió de la “ideología de género” que “pretende un profundo cambio cultural y una redefinición del bien y del mal”. 

“Un nuevo canon moral”

Saus hizo estas afirmaciones al presentar las jornadas de la organización que ha titulado Corrección política: libertades en riesgo, otro leit motivo de la ultraderecha representada en España por VOX. Será presentado una semana antes por el presidente del episcopado de Estados Unidos, José H. Gómez. Gómez ha sido el principal responsable de que los obispos de EEUU debatieran sobre la excomunión del presidente del país, Joe Biden, pese a las advertencias de la Santa Sede.

Junto a él se encontrarán, entre otros, el filósofo y portavoz del Parlamento Europeo del partido Ley y Justicia, Ryszard Leguto; el historiador y profesor emérito de la Sorbona Remí Brague y la vicepresidenta de la Fundación Villacisneros, María San Gil, así como el actor y dramaturgo Albert Boadella, quien participará en evento cultural.

Para Sánchez Saus, desde hace años, en España “lo que ha sido consagrado por las leyes se convierte en el nuevo canon moral” y “parece que todo lo que dice la Iglesia se queda obsoleto porque lo que manda es la ley”. Habla el director del Congreso de leyes como la del aborto, la eutanasia o la del matrimonio homosexual, que se insertan dentro de “esta corriente ideológica” que pone en riesgo “la libertad religiosa y de expresión”.

Bajo la etiqueta “corrección política” se sitúan, desde su punto de vista, una serie de formas ideológicas “de raíz profundamente anticristiana” que aspiran no solo a conformar las leyes, sino también las vidas y las mentes de las personas, recalcó el responsable de los propagandistas. Que, como sucediera hace una década durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quieren convertir a los grupos ultracatólicos en la oposición real al Ejecutivo de Sánchez. Falta saber si con manifestaciones en la calle. Y si con obispos en ellas.

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