El PSOE se ha impuesto a Unidas Podemos y ha conseguido que salga adelante su enmienda para excluir a los perros de caza de la Ley de Bienestar Animal. La desvinculación de la actividad cinegética de la norma impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, liderado por Ione Belarra, ha salido adelante con el apoyo de PP y Vox.
A pesar de que esta enmienda, que ha enfrentado a los dos partidos del Gobierno en las últimas semanas, se marcó como una línea roja por parte del grupo confederal, Unidas Podemos ha optado por apoyar el dictamen de la ley en la Comisión de Derechos Sociales del Congreso celebrada este jueves. El informe ha salido adelante con 19 votos a favor, 16 en contra y una abstención.
Esta decisión permite que la norma siga viva y continúe su tramitación parlamentaria en el Congreso. “Entendemos que en esta ley está fuera la caza. Entendemos la diversidad. Evitamos los conflictos que se puedan generar desde el medio urbano y el medio rural”, ha destacado la diputada socialista Begoña Nasarre, que ha insistido en que apuestan por “promover todas las sensibilidades de la mano del diálogo”.
Unidas Podemos espera que el PSOE “rectifique ante el pleno”
Podemos ha cargado contra su socio de Gobierno, al que acusa de haberse “colocarse del lado de los maltratadores” de animales “apoyándose en el PP y Vox”, ha lamentado Lilith Verstrynge, secretaria de organización del partido de Belarra. La ministra de Derechos Sociales también se ha pronunciado. Ha aseverado en su perfil de Twitter que confía en que sus socios de Gobierno “rectificarán ante el pleno”.
Desde que la ley llegó al Congreso el grupo parlamentario del PSOE apostó por excluir del texto a perros de caza, rehalas y animales auxiliares de actividades cinegéticas. PP, Vox, Teruel Existe, PNV y Coalición Canaria también presentaron enmiendas en el Congreso para que la actividad cinegética fuese apartada de la aplicación de la norma. La enmienda socialista ha sido aprobada este jueves con 28 'sies', seis 'noes' y dos abstenciones.
El texto establece que tanto los animales de actividades cinegéticas, los utilizados en actividades específicas —como las deportivas, los perros pastores, las aves de cetrería— y los que se destinan a actividades profesionales —por ejemplo los de las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado— “quedarán protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondiente, y que les sea de aplicación al margen” de la Ley de Bienestar Animal.
En el debate que se ha producido este jueves en la Comisión de Derechos Sociales el grupo proponente ha destacado que “esta ley no tiene nada que ver con la caza”. “Es una ley para terminar con el abandono y maltrato animal”, ha añadido López de Uralde, que ha insistido en que esta norma “pretende prohibir el sacrificio de animales sin causa justificadas”, “limita la cría y venta de mascotas a fin de reducir el abandono de animales” y “prohíbe la presencia de animales salvajes en espectáculos”. Y ha señalado: “Estamos ante una serie de medidas que creo que son de sentido común y compartidas por amplios sectores de la ciudadanía”.
Ciudadanos ha anunciado su abstención. El diputado del grupo liberal Guillermo Díaz ha asegurado que esta norma “es una ley gaseosa”. “Tiene cuestiones que creemos que son necesarias y cosas absurdas que no tienen lugar”, ha destacado. El PNV se ha posicionado en contra por cuestiones competenciales.
Los populares han señalado que “se trata de una ley que tiene mucho que cambiar” para recabar apoyo del PP. “¿Se están muriendo los perros por la calle en España? ¿A quién le interesa dar esa imagen penosa del maltrato animal en España?”, ha preguntado en la Comisión la popular Milagros Marcos. Aun así, esta diputada sí que ha reseñado que su grupo iba a “intentar salvar a los perros” que pudiese, en una alusión a la enmienda socialista.
Más allá de la polémica por los perros de caza, Derechos Sociales quiere combatir con este texto el abandono de los animales, calculan que anualmente 300.000 criaturas sufren esta situación. Se aboga también por el “endurecimiento de las penas de maltrato a través de la reforma del Código Penal”. De esta forma, “para los casos de maltrato con resultado de muerte se endurecerá la pena de prisión hasta los 24 meses y hasta los 36 en el caso de que concurra más de un agravante”, apuntan desde el Ministerio de Belarra. Con esta modificación de las penas se incluyen delitos que afecten a “animales vertebrados”, como los jabalíes, “cuyo maltrato no conllevaba reproche penal hasta ahora”.