El PSOE incluirá en su programa electoral subir el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta el entorno de los 1.000 euros en dos legislaturas, así como levantar la moratoria del permiso de paternidad y “ampliar progresivamente” este derecho hasta que coincida con la duración del de maternidad.
Así lo ha manifestado en un encuentro con la prensa la secretaria de Empleo del PSOE, Luz Rodríguez, quien ha detallado que el objetivo de los socialistas es situar el SMI, “conforme a la evolución económica del país”, en el 60 % del salario neto medio, lo que supondría pasar de los 648 euros en 14 pagas de la actualidad a los 1.000 euros al mes.
Rodríguez ha definido esta medida como una de las “propuestas estrella” del PSOE para la elecciones, que tiene como objetivo convertir las subidas salariales en un motor de creación de empleo.
Así, ha explicado que “sin tirones salariales, no hay tirones de consumo ni de producción”, por lo que ha abogado por un incremento del salario mínimo para que el consumo interno tenga “un mayor dinamismo”.
En otro sentido, Rodríguez ha afirmado que el PSOE apostará por reconocer la prestación no contributiva de la maternidad, de manera que todas las madres tengan una protección de 426 euros durante seis semanas.
Según Rodríguez, la actual naturaleza contributiva de la maternidad hizo que el año pasado se dejara fuera de la protección a 130.000 mujeres sin carrera de cotización suficiente.
Además, el PSOE llevará en su programa electoral el levantamiento de la moratoria sobre el permiso de la paternidad y apostará por ampliarlo “progresivamente” hasta que coincida con la duración del de paternidad.
Rodríguez ha dedicado buena parte de su intervención a explicar el “elemento central” de las propuestas de empleo del PSOE, que girarán en torno a la derogación de la reforma laboral del PP y la elaboración de un nuevo estatuto de los trabajadores.
Ha explicado que si gobernaran los socialistas, en un plazo muy corto y con carácter inmediato se aprobaría un decreto ley para derogar las partes fundamentales de la reforma laboral que afectan por ejemplo a la negociación colectiva o a la igualdad en la contratación entre hombres y mujeres.
Al día siguiente, según Rodríguez, se convocaría a las organizaciones sindicales y a los representantes de las empresas para pactar un nuevo estatuto de los trabajadores, “con calma y en frío” y recuperando el consenso entre los agentes sociales.
El nuevo estatuto de los trabajadores, para el PSOE, debería ser una carta de derechos que proteja algunos cuestionados como el acceso a la formación o la seguridad y salud en el trabajo junto a otros nuevos.
El PSOE también abogará por luchar contra la precariedad y los falsos autónomos y por delimitar y establecer claramente dónde hay una beca y dónde hay un trabajo encubierto.
Rodríguez ha dicho que no comparte el modelo de contrato único, porque si el despido no cuesta nada se convierte a todos los trabajadores en temporales, y ha defendido establecer límites a la temporalidad según el sector.
No obstante, y en respuesta a los medios de comunicación, Rodríguez ha afirmado que las condiciones de despido no se derogarán automáticamente junto al resto de la reforma laboral, ya que debe ser objeto de negociación y pacto, por lo que “mientras no haya un acuerdo” entre los agentes sociales, el despido seguiría como “está en este momento”.