Pulseras antimosquitos: entre la picaresca, la opacidad, el vacío legal y las críticas científicas
El mosquito, como vector de enfermedades, es el animal que más muertes provoca en el ser humano: alrededor de un millón de personas fallecen cada año por enfermedades infecciosas transmitidas por este insecto. Además, el cambio climático está influyendo en la expansión de diversas especies sobre múltiples regiones del planeta, ampliando así su potencial riesgo para la salud. Un ejemplo de ello es la introducción del mosquito tigre (Aedes albopictus) en España. Desde su primera aparición en Sant Cugat del Vallés en el verano de 2004 ha conseguido expandirse por casi todo el país. Otras cuatro especies de este insecto podrían introducirse y extenderse por España en los próximos años, ayudadas por el calentamiento global.
Para evitar las picaduras de estos animales, a los ya conocidos y eficaces repelentes para la piel (DEET, icaridina, IR3535...) o la ropa (permetrina), se han unido las pulseras antimosquitos. Estos últimos productos, que se han popularizado en la última década en nuestro país, se ofrecen principalmente en farmacias y parafarmacias como una opción eficaz más. Sin embargo, la picaresca, la falta de información y el vacío legal que las rodean impide conocer su verdadera eficacia o llevan directamente al engaño a los consumidores que creen que son una alternativa de eficacia comparable a los repelentes convencionales.
Dentro de las pulseras para los mosquitos encontramos dos grandes grupos: las aromáticas y aquellas con número de registro, evaluadas por la Agencia Española del Medicamento o la Dirección General de Salud Pública.
Pulseras aromáticas: simples ambientadores
Estos productos contienen aceites aromáticos como la citronela y su eficacia contra los mosquitos no se ha evaluado científicamente. En principio, para lo único para lo que podrían venderse es para oler bien. De hecho, legalmente no pueden publicitarse ni expresar en su etiquetado que tengan efecto “repelente”. Sin embargo, la picaresca está a la orden del día para engañar al consumidor, puesto que, extraoficialmente, se promocionan como una alternativa “natural” a la sustancias biocidas con eficacia repelente contra mosquitos.
Basta una rápida búsqueda en Internet para encontrar decenas de farmacias y parafarmacias en España que venden pulseras aromáticas alegando efectos “repelentes” o “antimosquitos”, incumpliendo la ley. También pudimos comprobar, al acudir físicamente a una farmacia y preguntar por pulseras antimosquitos, que pueden ofrecer pulseras aromáticas en su lugar, lo que supone un claro engaño al consumidor.
Por otra parte, muchos consumidores entienden que si estos productos se venden en farmacias o parafarmacias es que cuentan con eficacia “repelente”, aunque dicho efecto no se mencione explícitamente en ningún momento en el etiquetado. La existencia de estas pulseras carece de cualquier sentido, ya que inducen a engaño y existen alternativas mucho más efectivas y baratas para oler bien como colonias y perfumes.
Pulseras antimosquitos con número de registro
A diferencia de las pulseras aromáticas, estos productos son biocidas, ya que incorporan en su composición una sustancia activa, que puede ser geraniol, citriodiol, aceite de lavandín... a diferentes concentraciones. La Agencia Española del Medicamento (AEMPS) publicó recientemente en su página web y sus redes sociales información sobre pulseras repelentes de insectos para orientar al consumidor. Los productos que contienen biocidas y están sujetos a la evaluación previa de la AEMPS o de la Dirección General de Salud Pública (DGSP) cuentan con número de registro en su etiquetado que “garantiza que son seguras y eficaces, de acuerdo a las condiciones de uso”.
La DGSP aclara a preguntas de elDiario.es que la sustancias activas repelentes (que entran en el tipo de producto 19, TP19) aplicadas como reservorio en pulseras, es decir, que están presentes en las pulseras, están bajo su competencia y que, hasta ahora “de estas pulseras con reservorio, no existe ninguna registrada y autorizada” como repelentes.
¿Cómo se evalúa la eficacia de estos productos? Desde la DGSP explican que “con respecto a los informes de evaluación, se realizan por el procedimiento europeo cuando la sustancia activa está aprobada como biocida. Puesto que no existe aún ninguna sustancia en esta situación como TP19 para el uso que indica (pulseras repelentes), esos informes de evaluación no son públicos”. Y luego añade que “los ensayos de eficacia son propiedad del titular de los datos, no existiendo ensayos públicos. [...] En general, los estudios que apoyan los dossiers son confidenciales. No obstante, siempre se publica un informe de evaluación del producto que contiene la información no confidencial y las conclusiones”.
Además de que no existe ninguna pulsera con este reservorio que esté autorizada en Europa como repelente (dentro de la categoría PT19), las guías europeas no especifican qué eficacia mínima deben mostrar estos productos para llegar al mercado, a diferencia de los repelentes cutáneos o de la ropa. En ese sentido, la Agencia Europea de productos químicos (ECHA) es la responsable de regular la sustancias químicas y biocidas en el mercado de la UE y en su documento “Guía en la regulación de productos biocidas” detalla las grandes diferencias entre los repelentes cutáneos y para la ropa y los de pulsera.
A los primeros se les exige una eficacia cercana al 100% durante el periodo de tiempo señalado para evitar picaduras en un test de uso simulado y “si la protección alegada es menor, deberían aplicarse restricciones en estos productos para evitar el marketing como forma para evitar la transmisión de enfermedades”. Sin embargo, aquellos productos con fin repelente que no se usan en la piel o la ropa (como las pulseras antimosquitos) no están sujetos a pruebas estándar definidas ni se les exige una eficacia mínima para comercializarse, por lo que las empresas pueden elegir los métodos con los que evaluar sus propias pulseras.
elDiario.es ha accedido a uno de los documentos confidenciales de una pulsera antimosquitos con número de registro de la AEMPS y comercializada en España. Las pruebas, realizadas con mosquito tigre, se diseñaron expresamente para valorar solo su eficacia repelente en torno a la zona de la pulsera en muñecas de voluntarios. Aún con estas condiciones ventajosas, la eficacia media de dicha pulsera fue solo del 35%: lo que significaba que llevar la pulsera en la muñeca solo evitaría 35 de cada 100 picaduras de mosquito exclusivamente en esta zona.
“No hemos visto ninguna que repela”
Biogents es un laboratorio europeo especializado en la investigación y comercialización de diferentes productos repelentes. Entre los servicios que ofrece se encuentra la evaluación científica, por encargo, de la eficacia de repelentes contra mosquitos. En 2019, decidieron subir un vídeo en el que mostraban los efectos de varias pulseras, supuestamente “antimosquitos”, contra el Aedes aegypti (transmisor del dengue y la fiebre amarilla), en comparación con el repelente cutáneo DEET diluido al 30%.
Sergej Sperling, director de laboratorio y de investigación por contrato en Biogents, ha aclarado a elDiario.es que no pueden informar públicamente sobre las marcas de pulseras que evaluaron (con diferentes moléculas y concentraciones, algunas de las cuales no aparecen en el vídeo), pero sí sobre lo que habían encontrado hasta ahora: “Todavía no hemos visto una pulsera que realmente repela los mosquitos. Parece que no importa qué tipo de compuesto químico se use en la pulsera, como un dispensador, simplemente no son adecuados como un producto para repeler mosquitos”.
No se trata del único especialista que es crítico con la eficacia de las pulseras para repeler mosquitos. Eldiario.es ha contactado con diferentes expertos al respecto como Javier Lucientes (Catedrático del Departamento de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza), Roger Eritja (entomólogo, investigador y codirector del Servicio de Control de Mosquitos en el Consell Comarcal del Baix Llobregat), Sandra Talavera (investigadora del Centro de Investigación en Sanidad Animal IRTA-CReSA) y Carles Aranda (codirector del Servicio de Control de Mosquitos del Consejo Comarcal del Baix Llobregat e investigador en el CReSA IRTA). Todos ellos coinciden en que ninguna pulsera contra mosquitos es capaz de ejercer un efecto repelente sobre todo el cuerpo, no recomiendan usarlas de forma exclusiva para tal fin y desaconsejan su utilización en zonas donde los mosquitos son portadores de enfermedades infecciosas como la malaria o el dengue por el riesgo para la salud que pueden suponer.
“Evidentemente las pulseras son un medio ineficaz que en absoluto puede cumplir con lo que están anunciando y no existe literatura científica al respecto de ninguna eficacia, sino más bien de lo contrario”, señala el investigador Roger Eritja.
Lo que dicen los estudios
A diferencia de los ensayos de eficacia de las empresas que comercializan sus pulseras antimosquitos, que son confidenciales, sí existen múltiples estudios científicos que han valorado diferentes tipos de estos productos para repeler mosquitos. Estos son sus resultados:
-“Eficacia comparativa de repelentes de insectos contra picaduras de mosquito” en la revista médica The New England Journal of Medicine: Las pulseras impregnadas con repelentes no ofrecen protección. Aquellas impregnadas con un 9,5% de DEET o un 25% de citronela solo protegían el brazo del usuario entre 12 y 18 segundos, de media. “En nuestro estudio, las pulseras impregnadas con DEET o citronela no aportaron protección frente a las picaduras, de forma consistente con la incapacidad conocida de los repelentes para proteger más allá de cuatro centímetros desde la zona de aplicación”.
-“Eficacia de algunos dispositivos llevables comparados con repelentes de insectos en spray para el mosquito de la fiebre amarilla, Aedes aegypti” en la revista Journal of Insect Science: no se detectó ningún efecto repelente detectable contra mosquitos entre tres pulseras con aceite de geraniol (hasta el 30%). “Concluimos que estas pulseras no ofrecen, en general, una adecuada protección a las picaduras de mosquito”.
-“¿Ayudan las pulseras impregnadas con extractos botánicos a repeler mosquitos?” en la revista General and Applied Entomology: Las pulseras fracasaron en repeler a los mosquitos, aunque la presencia de mosquitos en los antebrazos de los voluntarios era significativamente menor que en los controles. “La incapacidad para proteger completamente a los individuos de picaduras de mosquito sugiere que no deberían recomendarse para su uso en áreas con enfermedades endémicas o epidémicas transmitidas por mosquitos”.
-“Evaluación de productos comerciales para la protección personal contra mosquitos”, en la revista Acta Tropica: se evaluaron, entre otros productos, dos pulseras antimosquitos, una con aceite de citronela al 22% y otra con geraniol al 15%, aceite de citronela al 1% y aceite de hierba limón al 5%. No se observó que las pulseras ofrecieran ninguna protección significativa a los voluntarios que las llevaban, comparado con el grupo control que no llevaban nada.
“Eficacia de campo de productos comerciales antimosquitos en Illinois” en la revista Journal of the American Mosquito Control Association: “Las pulseras impregnadas en DEET no redujeron significativamente el porcentaje de aterrizaje (de mosquitos en la piel) comparado con los controles sin tratar”.
7