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Rajoy completa una legislatura de olvido económico a las víctimas del franquismo

“Algunos se acordaron de su abuelo cuando había dinero”, declaraba en noviembre de 2013 el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando. La opinión, comentada en plena tertulia de 13tv, fue criticada por su desdén a las víctimas del franquismo que incluso le denunciaron por injurias.

Pero representan con certeza la política que el Gobierno de Mariano Rajoy ha seguido al respecto de las ayudas públicas a para las asociaciones de derechos humanos relacionadas con la memoria histórica. Los últimos Presupuestos Generales del Estado, los de 2016, confirman que el Ejecutivo del PP va a completar una legislatura de parón en las ayudas a aquellos que buscan a los miles de desaparecidos en las cunetas españolas.

“Eliminaría todos aquellos artículos que hablan de dar dinero público para recuperar el pasado. Yo no daría ni un solo euro del erario público a esos efectos”, adelantó en 2008 Mariano Rajoy en 20Minutos.

La crítica de Hernando escoció especialmente en la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Este colectivo formado por familiares de republicanos fusilados en la Guerra Civil y la represión franquista encontró y exhumó en el año 2000 por primera vez a una víctima del franquismo con métodos científicos. Desde entonces, durante 6 años trabajaron sin descanso y sin dinero público para ayudar a miles de familiares.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, nieto de un republicano fusilado en León, aprobó unas subvenciones que se mantuvieron durante 5 años para pagar actividades de reconocimiento moral de las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura. Apenas un 35% de ese dinero fue dedicado a exhumaciones, el resto pagaba exposiciones, documentales y congresos, algunas actividades incluso organizados por universidades y sindicatos.

Las víctimas, que siempre reclamaron una política pública de búsqueda de restos -como también ha pedido la ONU- acabaron en la Audiencia Nacional con la frustrante pelea del juez Baltasar Garzón.

Exhumaciones sin ayuda estatal

“Entre los años 2000 y 2007 hicimos decenas de exhumaciones sin ninguna ayuda estatal, con la aportación de los socios y socias y la ayuda de arqueólogos, forenses, psicólogos y otros voluntarios y profesionales que han dedicado su tiempo, su conocimiento y sus recursos a ayudar a los familiares”, recuerda Emilio Silva, nieto de la primera víctima recuperada por la ARMH y presidente de la asociación.

La web creada por el Ministerio de Presidencia está congelada desde 2011. La memoria histórica es cosa del pasado, como le gusta decir a Rajoy: “Miremos al futuro”, ha declarado obviando las recomendaciones de la ONU. Naciones Unidas advierte cada año a España de que el Gobierno incumple el tratado de derechos humanos al mantener activa la Ley de Amnistía de 1977 y pretender que se olviden cientos de miles de muertes.

La visión internacional de la historia de España en el siglo XX ha mantenido vivas las actividades de la ARMH. Un sindicato noruego de electricistas, Elogit, decidió en 2014 financiar con 6.000 euros las exhumaciones. “Antes de hacer una visita internacional, se entrevistaron con colectivos sociales. Les interesó nuestro proyecto y decidieron ayudar”, recuerda Silva. En septiembre tienen prevista otra visita a España con más apoyo financiero.

Un delegado de Elogit fue invitado el pasado junio por la ARMH a acudir a la entrega de unos restos recuperados. Eran los del guerrillero Perfecto de Dios, entregados 81 años después de su muerte, a su hermano Camilo. “No queremos saber quién lo mató, quiénes fueron los culpables, solo darle un entierro digno para la familia”, reaccionó Camilo en el acto. “Es un acto de dignidad”, resumió Hening Solhaut, del sindicato Egobit, junto a la botas recuperadas junto a los huesos.

La ARMH tan solo cuenta con tres empleados que cobran el salario mínimo. Trabajadores que recorren la península de punta a punta coordinando el trabajo no remunerado de arquéologos y forenses. Las pruebas de ADN con un coste aproximado de 600 euros y el transporte es para lo que llegan los fondos.

Durante la primera semana de agosto, la expedición de la ARMH se desplaza a un pueblo de Cádiz a una nueva expedición. Desde Ponferrada (León), donde tiene la sede la asociación, hasta Alcalá del Valle: 850 kilómetros con la furgoneta. “El Gobierno reconoció el pasado diciembre que el Ministerio de Defensa ha participado en la localización y exhumación de los restos de los combatientes de la División Azul”, contrasta Emilio Silva.

Dinero desde Estados Unidos

La siguiente vía de supervivencia de la ARMH llegó procedente de EEUU. La Fundación Puffin de la ALBA (Abraham Lincoln Brigade Archives) que custodia la memoria de los 40.000 combatientes antifascistas que viajaron a España en la Guerra Civil, otorgó su premio de derechos humanos 2015, valorado en 100.000 dólares, a la ARMH por su labor. Se trata del  quinto premio que este colectivo entrega.

El primer galardonado en 2011 fue Baltasar Garzón al que siguieron los investigadores Kate Doyle y Fredy Peccerelli por su trabajo en esclarecer las violaciones de derechos humanos en las guerras de Latinoamérica, la ONG United We Dream que trabaja por los derechos de los inmigrantes sin papeles en EEUU y el abogado Bryan Stevenson que dirige la organización Equal Justice Initiative dedicada a la atención jurídica a colectivos pobres y discriminados.

Este premio salvó a la ARMH que estaba al borde del cierre después de 15 años de trabajo donde han conseguido recuperar los restos de 1.300 fusilados que los franquistas quisieron hacer desaparecer para siempre con enterramientos en fosas abiertas en cunetas, bordes de cementerios y campos ocultos.

El propio franquismo hizo una labor inmensa durante los años 40 para recuperar los restos de sus víctimas. Todos los gobernadores civiles de cada provincia fueron movilizados por orden de Franco para recuperar los restos y llevarlos para la honra eterna al Valle de los Caídos.