La multitudinaria protesta de estudiantes y profesores este miércoles en toda España han encontrado un espacio en la tribuna de oradores durante el debate de investidura de Rajoy, que ha prometido unos supuestos cambios en las reválidas que en realidad no lo son.
El presidente en funciones, en su turno de respuesta al portavoz del partido socialista, ha dejado claro primero que no se va a derogar la Lomce, una de las leyes más contestadas del Gobierno por el sector educativo, y cuya retirada piden partidos como Podemos y el Partido Socialista. Ciudadanos quiere que se reformule.
Más adelante se ha referido a las reválidas, “las evaluaciones finales de la ESO y Bachillerato”, para anunciar algo que ya recoge punto por punto el decreto aprobado el pasado 31 de julio sobre estas pruebas. Rajoy ha anunciado una falsa novedad: que van a “abordar la suspensión de los efectos académicos de las pruebas hasta que concluyamos el Pacto por la Educación que propuse en el día de ayer”, y que en Bachillerato no sea necesario para conseguir el título, solo para acceder a la universidad. Todo esto, tal cual, lo dice ya la ley que Rajoy aprobó.
Concretamente, el decreto de las reválidas dispone: “La evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria correspondiente a la convocatoria que se realice en el año 2017 no tendrá efectos académicos”. Respecto a la de Bachillerato: “Únicamente se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad, pero su superación no será necesaria para obtener el título de Bachiller”.
Así que no será hasta el curso 2017-2018 cuando los alumnos tengan que aprobarla para obtener el título y que les compute para nota, según el propio decreto firmado por Rajoy. Para ese curso, el pacto de la educación prometido debería estar en marcha, teniendo en cuenta la voluntad de todos los grupos de empezar a negociar en cuanto eche a andar la legislatura. De modo que, a efectos prácticos, el anuncio del candidato a la presidencia de Gobierno no cambia nada.
El Consejo de Ministro aprobó el pasado 30 de julio al decreto que regula las reválidas de ESO y Bachillerato. El siguiente paso es la orden ministerial a partir de la cual cada Comunidad Autónoma diseñará, sobre unas pautas comunes, sus pruebas. Al menos 12, todas las que no son del PP, ya han anunciado que hay posibilidades de que no las hagan. Y algunas, como Castilla-La Mancha, han recurrido el decreto en el Tribunal Constitucional.
Una de las decisiones que más malestar ha generado con las reválidas es que los alumnos de 4º de la ESO que suspendan las dos convocatorias establecidas por curso para la evaluación final de ESO y quieran estudiar algo el año siguiente sólo podrán matricularse de Formación Profesional Básica o desistir en sus estudios.
PSOE y C's quieren negociar más que las reválidas
Mariano Rajoy ha fiado, en definitiva, el futuro de las reválidas a un futuro pacto de educación con el resto de grupos políticos. En esta dirección, PSOE y Ciudadanos ya han presentado sendas propuestas en la mesa del Congreso para la creación de una subcomisión ad hoc para alcanzar un acuerdo político en el ámbito educativo que se materialice en una nueva norma que cuente con el consenso de la mayoría.
Ninguna llegó al Pleno porque antes llegó la sesión de investidura. Y, por el momento, el PP no ha manifestado si votará a favor de la subcomisión, aunque se desprende que sí teniendo en cuenta su voluntad manifiesta de dialogar. El cómo se dialogará y sobre qué bases es todavía una incógnita. Las reválidas, a juzgar por la postura unánime en contra de todos los grupos, sería una de las primeras medidas a discutir.
El PSOE recuerda, en este sentido, que “proponer un pacto educativo sobre la base de la Lomce es casi un oxímoron”. “Si se quiere empezar a negociar, lo que hay que hacer es tabla rasa, un informe sobre una nueva ley que permita sustituir a la Lomce”, ha dicho el diputado Manuel Cruz.
Ciudadanos ha vuelto a repetir que “derogar por derogar supone aumentar el caos legislativo y de los alumnos” y admite que la reticencia de Rajoy a “deshacer lo que hicieron sin el consenso de todos” es “normal”. “Pensamos que con independencia del fondo de las cuestiones que se incluyan, la fórmula es una ley que no nos haga cambiar de modelo educativo cada legislatura”, explica la portavoz de Educación Marta Martín.
Uno y otro partido se atribuyen, directa o indirectamente, que Rajoy haya hecho este jueves y en este contexto el anuncio sobre las reválidas. “Yo he escuchado al presidente anunciarlo después de que lo exigiera mi portavoz. Antes no”, comentaba un destacado diputado socialista en el patio del Congreso, refiriéndose al momento en que Antonio Hernando espetaba a Rajoy que se comprometiera a “anular las reválidas” este mismo jueves.
La diputada de Ciudadanos Marta Martín recuerda que hace una semana anunció que, tras reunirse con Íñigo Méndez de Vigo, el ministro se había comprometido verbalmente a aprobar una moratoria para dejar por unos años sin efecto académico a las pruebas. De momento no tendrá que aprobarse ningún decreto para que así sea, porque para este curso este modelo piloto ya estaba previsto en la ley. Solo sería necesario en el caso de que el pacto educativo se demorase más de un año.
“Nosotros hemos admitido y visto con buenos ojos el anuncio que ha hecho Rajoy en el discurso de investidura que va en la línea de lo que negociamos cuando hicimos el pacto para la investidura”, ha expresado Martín.