Los becarios “se enfrentan a una mayor precariedad” porque las dotaciones de las ayudas en las universidades públicas presenciales se redujeron cerca de un 20 % entre 2012 y 2015, y lo hicieron con mayor intensidad en regiones con una menor renta per cápita.
Lo concluye el estudio “La Universidad española en cifras 2014-15”, presentado hoy en la Biblioteca Nacional por el presidente de la Conferencia de Rectores CRUE, Segundo Píriz, con la asistencia del secretario general de Universidades, Jorge Sáinz, y la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela.
“Los becarios aumentan insuficientemente para el impacto de la crisis” (representaron el 27 % de los alumnos de grado en las universidades públicas en el citado curso) al mismo tiempo que se vive “un mayor nivel de precariedad, más incertidumbre y más exclusión”, según la CRUE.
La financiación media por becario (2.637 euros en 2014-15) ha vuelto a niveles de 2006, lejos de los 3.256 euros por becario que se registraba en 2012-13.
Las universidades han recordado que España tiene “uno de los niveles de precios públicos universitarios más elevados de la UE” -solo nos supera Reino Unido, Irlanda y Holanda- y se une a “uno de los niveles más bajos de becas y ayudas al estudio”.
Además, el gasto público universitario ha retrocedido un 14 % de 2010 a 2014; más de 7.500 empleos se han destruido en el periodo citado; y el gasto total de España en I+D ha vuelto a niveles de 2007, aunque las universidades han sido capaces de mantener proyectos y programas con recursos propios.
Píriz ha recalcado que “no tenemos ni demasiadas universidades ni demasiados universitarios” y que “nada puede justificar” los precios “elevados” ni las becas “insuficientes”.
Sáinz y Vela han destacado la importancia de analizar este informe, “basado en la evidencia”, para “mejorar”, ya que las universidades juegan cada vez un mayor papel en el desarrollo social y económico de los países.
Los autores del informe, Juan Hernández Armenteros (Universidad de Jaén) y José Antonio Pérez (Politécnica de Valencia), han subrayado la bajada en la dotación en becas entre 2012-13 y 2014-15, que se produjo en mayor medida en Andalucía (33 %), Castilla-La Mancha (31 %) y Extremadura (30 %)
Han asegurado que la reforma del modelo de becas ha provocado “la pérdida del carácter de derecho del estudiante” al acceso a las diferentes ayudas de Educación, especialmente por la necesidad de requerirse una calificación académica determinada.
Y han recalcado que la subida de los precios públicos por comunidades desde 2008 hasta 2014-15 “agudizan” las diferencias por regiones.
Galicia presenta el menor crecimiento (5,1 %) frente a Cataluña (158 %), con el mayor incremento, seguida por Madrid (117,3 %) y la Comunidad Valenciana (93 %).
“El pago de los precios públicos impacta directamente en el esfuerzo económico” de las familias, han recordado los expertos.
Han señalado que los precios universitarios deberían operar “como compensación de un coste estándar por titulación impartida” en un centro universitario público, y que su pago “debería realizarse atendiendo al nivel de renta de cada uno de los demandantes”.
Sobre la oferta de titulaciones y tras la plena adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) las universidades públicas han corregido los problemas de eficiencia asociados a la existencia de titulaciones con baja demanda.
Las titulaciones con menos de 20 alumnos fueron en el curso 2014-15 el 11 % del total de la oferta, aunque en 2008 eran el 20 %.
Además, se ha consolidado la mejora en el rendimiento académico, en 23,3 puntos porcentuales respecto a 2008 en las universidades públicas presenciales.
La financiación captada para la actividad investigadora en 2014 aumentó un 9 % respecto a 2013; sin embargo, desde 2008 todas las fuentes han visto disminuir sus partidas, con retrocesos del 47 % en la financiación privada y del 21 % en la pública.
En cuanto a la pérdida de personal, avisan de su gravedad porque “no ha sido posible reponerla con captación de talento joven y de excelencia”.
Las universidades han instado a mejorar, aunque no será posible, han concluido, sin un apuesta del país por ampliar el esfuerzo en I+D+i y en educación superior, con una regulación que permita mayor autonomía y atraer el talento.