El obispo ultraconservador Reig Pla quiere exportar el modelo de los monjes del Valle de los Caídos al cementerio de Paracuellos
Juan Antonio Reig quiere exportar el modelo del Valle de los Caídos al Cementerio de Paracuellos del Jarama que cae en la diócesis dirigida por este obispo ultraconservador con sede en Alcalá de Henares (Madrid). Allí, en la llamada 'catedral de los mártires' del paraje del Arroyo de San José, donde reposan los cuerpos de miles de personas asesinadas durante la Guerra Civil, Reig Pla anunció el domingo pasado su intención de fundar un monasterio de vida contemplativa “para orar por los caídos por Dios y por España”, al más puro estilo de los benedictinos en Cuelgamuros.
Este movimiento coincide con el momento en que la presencia de la congregación dirigida por Santiago Cantera en el Valle de los Caídos ha sido puesta en cuestión.
En la actualidad, el cementerio está custodiado por la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos, asociación de fieles católicos perteneciente a la diócesis de Alcalá de Henares, que es la máxima responsable de todo lo que sucede en el camposanto. También de las misas como la que este domingo congregó a lo más granado de la ultraderecha española, reunidos en peregrinación para conmemorar el aniversario del martirio de 143 beatos, reconocidos como tales por la Iglesia por ser asesinados “por odio a la fe”. Una celebración que concluyó con una procesión recorriendo las siete grandes fosas donde yacen los cuerpos de miles de muertos.
“Un laboratorio de fe”
Durante su homilía, Reig afirmó que el Cementerio de los Mártires de Paracuellos “es como un laboratorio de la fe en el que, más allá de las luchas ideológicas, queremos recibir, en la carrera de nuestra vida, la antorcha de aquellos campeones del espíritu que, sin temer la muerte, entregaron su vida por amor a Dios y por amor a España”, alabando a “los mártires, conducidos ante el pelotón de fusilamiento, que gritaron con convicción ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! ¡Os perdonamos!”.
Para el obispo de Alcalá, el amor a España de los mártires (de un bando) no era una opción ideológica sino que seguían los mandamientos de Dios. “Hoy como ayer podemos experimentar los embates de una cultura laicista que no respeta la fe y la libertad y se encamina hacia la cultura de la muerte promoviendo la destrucción de la vida naciente, la eutanasia y el suicidio asistido, verdaderas corrupciones de la medicina”, subrayó en su homilía.
Y es que Juan Antonio Reig es uno de los obispos más conservadores de la Conferencia Episcopal Española. El prelado de Alcalá no deja a nadie indiferente. Ya sea atacando sin piedad el matrimonio igualitario o a los homosexuales que, en su opinión (y en una misa retransmitida por La2), “encuentran el infierno', ya sea promoviendo cursos para 'curar' la homosexualidad, o sumándose a la cada vez más larga lista de obispos españoles que atacan al Papa Francisco y sus reformas para los divorciados, el acceso al matrimonio de los casados o la igualdad de la mujer. Sólo le faltaba Franco. Comparó una reivindicación de mujeres ante el plan del Gobierno del PP para restringir el derecho al aborto con un ”tren de la muerte“.
Misa conventual en el Valle
Durante los meses que siguieron al anuncio del Gobierno de exhumar a Francisco Franco, y aunque la actitud oficial de la Iglesia española fue la del silencio, unos pocos obispos sí quisieron mostrar su apoyo al prior falangista del Valle de los Caídos, Santiago Cantera. Entre ellos, los más destacados fueron el exportavoz y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, y el obispo de Alcalá.
Tal y como informaba la propia web de Cuelgamuros, el obispo de Alcalá visitó en numerosas ocasiones la abadía benedictina. La más relevante, en plena batalla judicial entre los monjes y el Ejecutivo socialista. Entre el 20 y el 29 de julio, Reig Pla celebró la misa conventual con los religiosos, “compartiendo su cercanía entrañable con los monjes en las recreaciones comunitarias”. Reig estuvo de ejercicios espirituales con los benedictinos. Unos ejercicios dirigidos, cómo no, por el prior Cantera.
En numerosas ocasiones, el obispo de Alcalá ha manifestado su admiración por la labor que realizan los benedictinos en Cuelgamuros. Una actividad que sería similar a la que desempeñaría la futura congregación en el cementerio de Paracuellos y en un momento en que, tal y como informó eldiario.es, el Gobierno tiene entre sus planes de futuro la resignificación del Valle de los Caídos que incluiría la salida de los benedictinos del lugar y la cesión de la basílica al Arzobispado de Madrid.
Mucho se ha especulado sobre el futuro de Santiago Cantera y de los benedictinos fuera de Cuelgamuros. Ahora, la posibilidad de que pudieran recalar junto a uno de sus obispos de cabecera en otro de los lugares míticos para los nostálgicos del franquismo, Paracuellos del Jarama, cobra fuerza. Mientras tanto, este 20N no hay anunciadas misas por Franco en Cuelgamuros. Sí, por el contrario, en la nueva ubicación de la momia del dictador en la parroquia de la Inmaculada Concepción de El Pardo.
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