Ocho días y contando. Los docentes baleares han comenzado la segunda semana de huelga indefinida con fuerza. Son ya ocho días sin clases en protesta por los recortes y la implantación de un sistema trilingüe, por el que un tercio de las asignaturas deben impartirse este curso en inglés, además de las habituales en castellano y catalán. Y con una media de 800 euros que se descontarán de las nóminas y un conflicto que amenaza con extenderse –la negociación más que estancada, parece inexistente– que la 'caja de resistencia' que crearon para amortiguar el impacto económico de la medida crezca a buen ritmo no hace sino “fortalecer la voluntad” de los huelguistas, según ellos mismos reconocen.
Hasta el expresident balear Tòfol Soler (PP) ha contribuido con un donativo a ese fondo solidario, que ya supera los 130.000 euros. También lo han hecho varios artistas, entre ellos Rossy de Palma o Lluis Llach. El artista Miquel Barceló ha donado una obra de arte para que sea subastada. “De momento no hemos tocado un euro. Aguantaremos incluso pidiendo dinero a nuestras familias y amigos. Pero sabemos que esto complica, y mucho, la economía de numerosas familias”, reconocen representantes de los docentes.
En tanto, la mayoría del PP en el parlamento autonómico ha dado el visto bueno al decreto ley con el que el gobierno del popular Juan Ramón Bauzá se ha saltado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que suspendía el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL).
Aunque el seguimiento ha bajado del 90% que calculaban los convocantes la primera jornada, los sindicatos cifran la incidencia en un 65%. El Gobierno rebaja este porcentaje a menos del 10%. Pero lejos de deshincharse, la protesta va sumando apoyos incluso dentro del PP. En Ibiza la formación política ha emitido un comunicado en el que hace un llamamiento al Govern para “renunciar a posiciones de inmovilismo que conduzcan a situaciones de no retorno”.
“Nunca he visto tanta unanimidad”, asegura Toni Baos, de CC OO, uno de los sindicatos convocantes. “Teniendo en cuenta que los docentes están perdiendo unos 100 euros al día, llevar más de una semana de paro representa un hecho sin precedentes tanto por la resistencia de los profesores como por la complicidad ciudadana”, explica.
La gota que rebasó el vaso
“Llevamos dos años muy enfadados y tenemos la sensación de que se nos está tomando el pelo”, explica Milagros Pierna, catédratica de lengua castellana del instituto Santa María de Ibiza. “Aquí el Gobierno es como Wert, pero peor”, denuncia esta profesora de secundaria. Y como ejemplo pone el aparente intento de negociación del Gobierno balear. Ha convocado a la mesa sectorial pero no incluye a los representantes de los huelguistas. “Y antes de sentarse, por si cabía alguna duda, lleva el decreto al parlamento”, se queja Pierna.
Ella, como muchos de los docentes en paro, rescata del proceso el “emocionante” apoyo de los padres y madres. “Aunque se ha intentado desprestigiarnos identificando a los huelguistas con ultracatalanistas, nunca en todos estos años habíamos recibido tanto respaldo. Los padres incluso se ponen de acuerdo para hacer turnos y quedarse a cargo de los niños y niñas más pequeños para no llevarlos al colegio”.
Otra de las medidas de ayuda es la de acordar no llevar los niños a la escuela determinado día para que los profesores puedan ir a trabajar (y así minimizar un poco el impacto económico de la medida) pero siga sin haber clases.
Directores, jefes de estudios y secretarios, obligados a ocupar su puesto de trabajo en los días de huelga como servicios mínimos (establecidos en el 30%), también han mostrado su apoyo y solidaridad con sus compañeros. “En Ibiza, el secretario de un colegio ha donado todo su sueldo del mes a la caja de resistencia del centro”, cuenta Milagros Pierna.
A las reivindicaciones generales de la marea verde -recortes, precarización- se ha sumado la implatación “precipitada” del Tratamiento Integrado de Lenguas, un sistema que, según los docentes, dibuja unas exigencias que “ni los centros ni los alumnos pueden asumir en este momento”, explica Toni Baos.
Baleares es la comunidad autónoma con una de las tasas de fracaso escolar más altas de España, superior al 30%. Milagros, que lleva 33 años en la profesión, está convencida de que “los niños y niñas van a ser incapaces de entender nada” si además se les complican las clases. Los maestros, reconoce, tampoco están preparados porque “no es lo mismo saber inglés que explicar matemáticas o música en ese idioma”.
Toni Baos, de CC OO, está convencido de que el sistema trilingüe no va a ayudar a reducir ni el fracaso ni el abandono escolar de las islas y que, por el contrario, podría agravar el problema. “Este nuevo sistema es una chapuza burda sin aval científico pedagógico. El fracaso escolar aquí es muy alto y esto solo lo aumentará”, denuncia. Por eso, afirma, “aguantaremos lo que haya que aguantar”. Los paros se prolongarán previsiblemente hasta el fin de semana.