Andreas Schleicher, el responsable de PISA, ese estudio al que recurre José Ignacio Wert para justificar su reforma educativa, ha dado en esta ocasión un revés al ministro de Educación. Durante un discurso en Madrid Schleicher ha destacado, entre otras cosas, la importancia que tienen la autonomía de los centros y que los alumnos tengan acceso “a una educación infantil y guarderías de calidad”. Dos aspectos que están en cuestión en la LOMCE, según sus críticos.
Schleicher participó el lunes en la XXVII Semana de la Educación de la Fundación Santillana, donde ha repasado las fortalezas y debilidades del sistema español bajo el prisma de PISA y ante la mirada del ministro, que luego cerró el acto. El responsable del estudio, que evalúa y compara el rendimiento educativo en más de 60 países, destacó que hay tipos y tipos de autonomía.
“Si el sistema consiste en que el director del colegio lo va a dirigir todo, entonces la autonomía es negativa”, ha explicado. Schleicher argumentó que se obtiene un mayor rendimiento en los centros en los que existe “mayor colaboración entre el profesorado y la dirección” en la gestión del centro. Esta circunstancia es una de las que más han criticado quienes se oponen a la LOMCE. La nueva ley educativa, ya aprobada, establece como consultivo el carácter de los consejos escolares en los centros, con lo que las opiniones de maestros y alumnos quedan a expensas de la voluntad del director -nombrado por la administración- que decidirá si las tiene en cuenta o no. “Sé que es un asunto polémico en España”, ha admitido Scheiler.
El responsable de PISA también destaca la importancia de la educación temprana. “Los alumnos con preescolar consiguen mejores resultados”, lo demuestra la estadística, afirmó. El documento básico elaborado por Schleicher destaca que “aunque la matriculación en los centros de educación infantil ha aumentado desde 2003, el ritmo es superior entre los estudiantes aventajados que entre los desfavorecidos”, agrandando la brecha socioeconómica entre unos y otros.
Además, muchos expertos lamentan que la LOMCE otorga un carácter casi asistencial a la etapa de preescolar, lo cual se aleja de la pretensión de la OCDE, responsable de PISA, de que los Gobiernos aseguren “de que se disponga de una educación infantil de calidad en todas las poblaciones”.
“No vamos a bajar la exigencia para bajar la repetición”
“No vamos a bajar la exigencia para bajar la repetición”El ministro Wert ha escuchado con atención a Schleicher. En consonancia con la temática de la jornada, han coincidido ambos en que el mayor problema que tiene España es la repetición de curso, por la que ha pasado, según PISA, uno de cada tres estudiantes menores de 15 años. Esta política educativa le cuesta al país más de 20.000 euros por repetidor y año. “Explica el (bajo) rendimiento y el abandono”, ha manifestado Wert. El abandono escolar temprano es uno de los mayores retos que afronta el sistema español, según el ministro, que ha adelantado que la cifra ha mejorado ligeramente: del 24,9% en 2012 al 23,5% en 2013.
“¿Vamos a bajar la repetición bajando el estándar de exigencia? No”, se ha preguntado y contestado Wert. “Tenemos que ser capaces de crear la cultura del esfuerzo, y aquí es donde entran las evaluaciones”, ha argumentado. Según el ministro, las pruebas externas al final de cada ciclo (conocidas como reválidas) suponen un “estímulo” y quienes más ventaja obtienen de ellas son los estudiantes con peor rendimiento.
Wert también ha hecho un llamamiento al “compromiso” de los maestros. El ministro ha recalcado su importancia (“sin ellos la norma no es nada”) y les ha exhortado a contribuir a la creación de “entornos de aprendizaje personalizados”.
Además, Educación cree que hay un problema con la distribución de la formación en España. Según ha destacado el ministro, citando un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, hay unos 5,8 millones de empleos ocupables por personas con formación baja, y unas 8 millones de personas con ese nivel de formación. También hay seis millones de empleos de media cualificación, pero pero sólo 3 millones de potenciales empleables. “¿Hay que reducir el acceso a la educación superior? No, pero sí hay que darle más visibilidad a la empleabilidad de los diferentes itinerarios”, se ha vuelto a preguntar y contestar a sí mismo Wert.
De la jornada también ha destacado las críticas de Schleicher al sistema de enseñanza de matemáticas -el área evaluada a fondo por PISA en su última edición- en España. “Se enseñan las matemáticas con enunciado”, se ha sorprendido, y ha invitado a las autoridades a fijarse en los países asiáticos, referencia en la materia. “Allí no enseñan a resolver problemas sencillos con textos complejos”, ha comenzado. “Se enseñan los conceptos, el metaconocimiento, si quieren”.
Por último, Schleicher ha recalcado la importancia de atraer a los mejores hacia la profesión de docentes. “Los salarios son buenos pero el trabajo no es muy atractivo”, ha destacado. La falta de incentivos y diversidad laboral lastran la carrera, ha advertido. Éste es otro de los retos que afronta el ministerio estos días, desarrollar un estatuto del docente. Y conseguir que aporten su calidad a la gestión de los centros. Quizá, como apunta Schleicher, aumentando la democracia en las aulas y no dejando todas las decisiones en manos del director.