La reacción en la calle contra la reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno ha sido inmediata. Cientos de personas han rechazado el anteproyecto de 'Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la embarazada' frente al ministerio de Justicia, impulsor de la nueva norma de la mano de su titular Alberto Ruiz Gallardón.
El ministro ha sido blanco de la mayoría de consignas que se han podido escuchar en la concentración celebrada en la calle San Bernardo de Madrid, tales como “Gallardón, dimisión”. El rechazo a la nueva legislación propuesta por el Ejecutivo, que elimina los plazos para abortar libremente y reduce la decisión de la mujer a los casos de violación se ha escenificado en gritos como “Sacad los rosarios de nuestros ovarios” o “Hay que acabar con la Conferencia Episcopal”.
Las referencias a los obispos también han estado muy presentes, ya que “está detrás de la reforma”, como aseguraban algunos de los manifestantes. Además, han acusado al órgano religioso de ser “machista” y de ejercer el “terrorismo patriarcal”.
Entre varias pancartas con lemas como “Nosotras parimos, nosotras decidimos” o “Somos mujeres, no criminales”, los asistentes han pedido “aborto libre y gratuito” y su despenalización. La protesta se ha desarrollado ante la atenta mirada de la policía, que ha desplegado seis furgones policiales y al menos a una decena de agentes de las fuerzas de seguridad.
Partidos como IU o Equo y organizaciones feministas han estado representadas en la protesta, en la que se ha pedido la dimisión del Gobierno en bloque por “fascista”. Además, se ha acusado al ministro Gallardón y a Mariano Rajoy de “perseguir y criminalizar” a las mujeres.
Tras concentrarse en la calle San Bernardo, los manifestantes han recorrido el centro de Madrid en una manifestación espontánea que ha cortado, entre otras calles, la Gran Vía.
La marcha ha transcurrido sin incidentes hasta su llegada a la plaza de Jacinto Benavente, donde se han producido cargas policiales tras la quema de un muñeco de tela.