La Comisión Europea cree que revertir Madrid Central por parte del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, es “una provocación y crea desconfianza en las autoridades europeas”, ha asegurado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha señalado que es abrir la “caja de los truenos”.
Así lo ha afirmado Ribera a los medios antes de la presentación del informe sobre Sostenibilidad en España, elaborado por la Fundación Alternativas en colaboración a Ecoembes.
“Sabíamos que las medidas adoptadas en Madrid y Barcelona no eran suficientes para el control de la contaminación, pero sí sabíamos que era un primer paso” para su control, ha aseverado la ministra.
Si ese primer paso es revertido “nos crea un problema”, según Ribera, quien ha explicado que este martes habló con el alcalde Martínez-Almeida y le afirmó que “quería cambiar muchas cosas, pero que estaba comprometido con la lucha contra la contaminación y en favor de la calidad del aire”.
Pero -ha añadido- “además de decirlo tiene que ser convincente y creía que avanzaría en alguna medida concreta, pero lo que vimos de forma inmediata es que se revirtió la peatonalización de una calle, que es de poco valor, pero sí es simbólico y tampoco se frenó la decisión sobre Madrid Central, que habría sido la más prudente, mantener esa medida mientras se buscan alternativas”.
“Lo que no tiene sentido es deshacer lo que hay”, ha afirmado la ministra, más aún cuando ha tenido una respuesta “muy positiva” por parte de la ciudadanía, que se ha mostrado a favor de mantenerla y está concienciada en la necesidad de peatonalizar algunas zonas en Madrid como en otras ciudades en Europa.
Y más aún cuando la contaminación cayó a pesar de que fue un año “especialmente duro en cuanto a escasez de lluvias” y de que la contaminación produce 10.000 muertes al año.
Ribera ha señalado que ahora mismo el Gobierno está en funciones y no puede adoptar ninguna medida al respecto, sin embargo, en el borrador de Ley de Cambio climático y Transición Energética se recoge un apartado sobre la capacidad de las administraciones locales de crear zonas de cero emisiones en poblaciones con más de 50.000 habitantes.
Después de numerosas anotaciones a la ley en la etapa pública, “si se llega a formar Gobierno incluiremos la obligación de crear estas zonas de calidad del aire por la vulneración y problemas de salud para la población”, ha señalado.
Ribera ha asegurado que las autoridades europeas están “muy preocupadas” por la reversión de Madrid Central, “un tema que ha tenido mucho eco en la prensa internacional”.
La Comisión considera que revertir Madrid Central “es una provocación frente a un tema que afecta a la salud de los ciudadanos e incumple manifiestamente la normativa europea”.
Es “preocupante”, ha aseverado, “porque a pesar de que la capacidad de incidencia a priori de la administración del Estado es bastante limitada, por eso existe la autonomía de la administración local, es también de esperar que los responsables de los ayuntamientos tomen decisiones responsables coherentes, compatibles y conforme a la normativa comunitaria y nacional”.
“No esperábamos una decisión como ésta, el alcalde tiene tiempo para reaccionar, tiempo relativamente limitado” y la premura sobre Madrid Central “ha abierto la caja de los truenos” que las autoridades comunitarias, la prensa internacional y los ciudadanos no damos crédito“.
En la presentación del informe sobre sostenibilidad también han participado el vicepresidente de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido; el vicedirector del Jardín Botánico, Ramón Morales; la encargada de Relaciones Externas y RSC de Ecoembes, Begoña de Benito; el alcade de Viladecans, Carles Ruiz; la científica del Instituto Carlos III de Madrid, Cristina Linares; el miembro del equipo Atalaya, Óscar Miravalles; y el coordinador de Sostenibilidad de la Fundación Alternaticas, Clemente Álvarez.