El Ministerio de Sanidad ha aprobado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el documento que establece umbrales de incidencia epidemiológica y asistencial para cuatro escenarios de riesgo de COVID-19 y que prevé el estado de alarma para las situaciones más extremas, que requieran de restringir la movilidad. Según ha podido saber elDiario.es y ha confirmado luego el ministro Salvador Illa en rueda de prensa, sale adelante con el apoyo de todas las comunidades menos de la Comunidad de Madrid y de Euskadi. Ambos gobiernos se han abstenido a la espera de que Sanidad perfile el documento definitivo, que suelen enviar por la noche o a la mañana siguiente de celebrarse el encuentro. El ministro ha celebrado que haya tenido “un amplio apoyo”, sin entrar en valorar el voto de Madrid y de Euskadi. “Es un documento con amplísimo grado de consenso”, ha calificado más tarde el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ha comparecido junto a Illa y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.
El acuerdo finalmente no explicita la actuación del toque de queda, tal y como se leía en el borrador al que este jueves tuvo acceso elDiario.es, pero sí es una posibilidad dentro de, en el escenario de riesgo extremo, tomar “medidas excepcionales” para restringir la movilidad. El Ministerio de Sanidad está estudiando las distintas vías jurídicas que pueden ser necesarias para implementarlo en algunos territorios. Todas las medidas de restricción de la movilidad serán valoradas en cada caso y el paquete de posibilidades puede incluir toque de queda, confinamiento perimetral o domiciliario, entre otras; y todas pueden requerir, como avisó el ministro Salvador Illa, del estado de alarma. Catalunya le ha pedido al Ministerio un “informe jurídico sobre el paraguas legal que puede sustentar el toque de queda”.
Illa ha confirmado que Castilla y León es la única región por ahora que ha pedido el toque de queda “formalmente”, por escrito. Pero se va a seguir estudiando con todas, seguirán “en futuros consejos”, sin concretar plazos, “hemos convenido seguir madurando” la idea. “No ha habido discusión para lo que alguien se opusiera o no”, ha dicho sobre el debate sobre en sí el toque de queda, pero todavía no hay “consenso” claro sobre cómo llevarlo a cabo aunque el clima es favorable. Ha mantenido su posición sobre que, de hacerse, el estado de alarma es el “instrumento óptimo”: “No es objeto de discusión”.
La Comunidad de Madrid también ha pedido más información sobre la cobertura legal que requeriría un toque de queda, y ha expresado que el documento “no se ha remitido a la Consejería de Sanidad y por lo tanto no se ha podido estudiar. No nos oponemos al documento de alertas pero tampoco lo apoyamos porque llega 4 meses tarde, tendría que haber estado preparado cuando terminó el estado de alarma”, informa Fátima Caballero. El estado de alarma actual sobre Madrid decae este sábado, ha confirmado de nuevo Illa, y con élla cobertura legal para el cierre perimetral de nueve ciudades madrileñas. El gobierno regional “va a comunicar medidas” acordes, “les corresponde a ellos explicarlas puesto que es su decisión”.
En la Comisión de Salud Pública previa al Consejo Interterritorial, que es técnica, se ha aprobado por unanimidad. En el Consejo Interterritorial es cuando lo ratifican todos los consejeros de la rama y el ministro. Los técnicos del Ministerio y de las comunidades llevaban semanas trabajando y debatiendo sobre este texto.
El acuerdo contempla cuatro escenarios de riesgo: nivel 1, 2, 3 y 4. Las medidas excepcionales que requieren estado de alarma estarían reservadas para el escenario “extremo” de riesgo, el 4. Se mide basándose, por un lado, en criterios epidemiológicos: una incidencia acumulada superior a 250 casos por 100.000 habitantes, de 150 si los infectados son en su mayoría mayores de 65 años; una positividad del 15%; y trazabilidad menor al 30%. Por otro, criterios asistenciales: 25% de ocupación de UCI y 15% de camas convencionales solo por pacientes COVID-19. Para alcanzar ese escenario hay que superar al menos dos de los indicadores epidemiológicos y uno asistencial, Sanidad especifica que “es importante recalcar que ningún indicador por sí sólo es capaz de dar una visión completa de la situación”. Los otros tres niveles –riesgo alto, medio, bajo– tienen otros umbrales, pero el sistema es el mismo.
El nivel “extremo” incluye todo lo reservado para el nivel “alto”, pero sumándole medidas específicas de movilidad. Y el nivel de alerta “alto” define ya la “recomendación” de salir del domicilio solo lo necesario y la “valoración” de que se restrinja la entrada y salida de áreas afectadas, también que el trabajo presencial se limite a actividades o reuniones “excepcionales” y que la autoridad sanitaria “deberá valorar” el cierre de interiores de establecimientos –no obliga a ello–, y establece la reducción del aforo en locales comerciales a un tercio y que se acepten clientes solo hasta las 22:00. Todos los “establecimientos y servicios que la autoridad sanitaria considere esenciales” permanecerán abiertos u operativos en todos los niveles de alerta.