El Ministerio de Sanidad ha actualizado la cifra de fallecidos con coronavirus desde el inicio de la pandemia y a fecha 17 de junio la ha situado en 28.313 personas, 180 de ellos con fecha de defunción en los últimos 14 días. A la cifra actualizada por Sanidad habría que sumar dos nuevos fallecimientos con COVID-19 producidos en las últimas 24 horas, por lo que la cifra total ascendería a 28.315.
El balance llega tras la revisión y corrección de las series de datos proporcionados por las comunidades autónomas. Desde hace días, el ministerio mantenía congelada la cifra de decesos asociados a la pandemia, que se había quedado en 27.136, aunque el último número antes de cambiar el sistema de notificación había escalado hasta un máximo de 28.752.
Sanidad ha ofrecido este dato después de un proceso de limpieza de las series y tras las semanas de desbarajustes detectados en los informes que cada día hace públicos. Esta cifra se alcanza tras la validación de las fichas individuales de todas las personas fallecidas que tenían una prueba analítica positiva por COVID-19, es decir, son casos confirmados. El ministerio decidió paralizar la contabilización total de decesos el pasado 7 de junio “ante la dificultad de ofrecer datos sólidos y estables”, pero tras corregirse “esta será la base sobre la que se va a trabajar”, ha explicado Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Según los datos aportados por Sanidad, el número de fallecimientos ha bajado en los últimos días en una “clara tendencia descendente”, ha dicho Simón. Así, del 10 al 17 de junio los decesos han sido: 23, 16, 9, 6, 8, 7, 5 y 2. Las dos o tres últimas cifras pueden estar todavía sujeta a actualización por retrasos en la notificación que se recuperan en los días siguientes, pero la serie permite concluir “que estamos en unos niveles realmente bajos”, ha explicado el responsable.
La estadística de decesos, que no obstante aún puede sufrir alguna “ligera” variación, se corresponde con casos de personas con COVID-19 confirmado con prueba microbiológica. Junto a ello, hay otras dos fuentes de datos: la del INE y la del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Ambos organismos han hecho estimaciones sobre el “exceso” de mortalidad para un periodo concreto. El MoMo reporta 43.360 muertes hasta el 22 de mayo, es decir, se ha observado un incremento muy importante de la mortalidad, adicionales a los 28.313 ya confirmados.
De ellos aún no es posible saber cuántos están asociados a la COVID-19, que es algo que se prevé depurar en los próximos meses, aunque según explicaba Amparo Larrauri, responsable del equipo del MoMo “nunca llegaremos a saber cuántas de más fueron directamente por COVID-19”. “Será una parte no desdeñable y se centrará en el periodo pico de la epidemia, en el cual la capacidad diagnóstica era menor”, ha explicado Simón en la rueda de prensa. También se incluyen ahí las muertes indirectas por la pandemia, es decir, las de aquellas personas con otras patologías que retrasaron sus consultas médicas y empeoraron por miedo al contagio, por el aislamiento o la sobrecarga del sistema sanitario.
El ministerio también ha ofrecido este miércoles datos sobre ingresos que ahora ya no da en su balance diario. Hasta el momento se han detectado más de 245.000 casos de la enfermedad desde el estallido de la epidemia en nuestro país, y de ellos, permanecen a día de hoy hospitalizados 1.994. En el pico, en torno a la segunda semana de abril, llegó a haber unas 40.000 personas, la mitad del total de ingresados en todos los hospitales, ha explicado Sanidad. En Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hay 312 pacientes, que llegaron a ser más de 5.000 en las fechas de mayor presión asistencial, con muchos territorios al borde del colapso.
A algo más de 24 horas de que decaiga el estado de alarma y toda España entre en la 'nueva normalidad', que guiarán las comunidades autónomas, Simón ha indicado que “la epidemia está muy controlada”, pero el virus, “aunque en muy poca cantidad, todavía circula”. En el último mes, desde el pasado 11 de mayo, se han detectado 34 brotes a los que se asocian 982 casos. De ellos, nueve están activos, pero todos “bajo control”, según ha informado Salvador Illa. Estos focos están asociados a mataderos o actividades de temporeros, residencias de ancianos y hospitales, algunos casos importados y “pocos” a “comportamientos incívicos”.
Cambio en el sistema de notificación
El reajuste de los datos se produce tras la confusión generada tras el cambio de sistema de notificación a mediados de mayo. A partir de entonces, entró en vigor una nueva estrategia de vigilancia y detección precoz que modificó la forma en que las comunidades autónomas trasladaban sus números a Sanidad. Hasta ese momento, lo hacían de forma agregada, es decir, un número total de casos que se enviaban al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). De ahí se restaba el total anterior y se obtenía una cifra diaria. Sin embargo, eran notificaciones, es decir, había casos de fallecimientos o contagios, por ejemplo, que podían haber ocurrido hace tiempo pero que se comunicaban en ese momento.
Con la nueva estrategia de deteccion precoz, la notificación pasó a ser individualizada, de forma que las autonomías notifican cada caso e incluyen información detallada en una plataforma que gestiona el Centro Nacional de Epidemiología. De ahí coge los números el CCAES, que consigna cada caso a la fecha en que le corresponde. Por eso, de acuerdo a la celeridad de las comunidades en trasladar la información pueden darse retrasos, de forma que en un día concreto se notifique un fallecimiento o un caso que corresponde a días anteriores, por lo tanto, ya no aparecerá en el día del que informa Sanidad.