El viernes 22 de junio, a las 10:00 horas, en un edificio de la zona financiera de Madrid, la Consejería de Sanidad conocerá cuánto dinero ofertan tres empresas para hacerse con el control de seis hospitales hasta ahora gestionados públicamente. Ninguna puja por los mismos centros. Los aspirantes son: Sanitas, que quiere hacerse con el hospital de la localidad de Coslada. Ribera Salud que pretende el Infanta Leonor de Vallecas y el de Arganda del Rey e Hima San Pablo que opta por los de San Sebastián de los Reyes, Aranjuez y Parla. Al abrir sus sobres con la proposición económica, se debería conocer la puntuación que Sanidad les ha otorgado a sus ofertas técnicas, conocidas el 14 de junio.
Sanidad estableció un precio de salida para esta subasta administrativa por cada centro. Una cantidad por ciudadano adscrito al hospital y año. A partir de ahí, las contratistas pueden rebajar el dinero que el Gobierno regional les transferirá cada ejercicio. Así, los paquetes están de la siguiente manera: Coslada 481 euros -sobre el que concurso Sanitas-. Infanta Leonor, 549 euros y Sureste 450 -los codiciados por Ribera Salud-. Aranjuez y Parla, 493 euros. El de San Sebastián de los Reyes, 448 -sobre estas cantidades oferta el grupo puertorriqueño Hima-. La Consejería de Sanidad contó que el gasto medio de esos hospitales era de “600 euros” al sacarlos a privatización. 18 meses antes les atribuyó un gasto global de 441 euros por paciente. Luego ha aplicado un general 20% de reducción de presupuesto sobre la cifra inflada a posteriori.
Sanitas y Ribera Salud ya están en la gestión privada de la salud pública. Tanto en la Comunidad Valenciana como en Madrid. Se da la circunstancia de que Ribera Salud fue adjudicataria de un hospital de la red pública madrileña que nació con gestión integral subcontratada: Torrejón de Ardoz. Ganó el concurso en 2009 y dirigió el centro hasta 2012. Pero al finales de ese año se deshizo del hospital y vendió su participación a Sanitas. Ahora pretende volver a ganar la dirección de dos centros. Sanitas, por su parte, ha puesto su ojos en el hospital de Coslada que está en la zona de influencia del que adquirió mediante compra-venta accionarial en Torrejón de Ardoz.
La apertura de sobres con las propuestas económicas estará presidida por un director general de Sanidad, el de gestión económica y de compras de productos sanitarios y farmacéuticos de la Comunidad de Madrid, Jesús Vidart -quien anunciara en sede parlamentaria en la Asamblea de Madrid que se perseguiría a los objetores al euro por receta-. El director de Hospitales de Madrid, Antonio Burgueño, renunció a presidir esta mesa de contratación al estar implicado en el concurso Ribera Salud, empresa en la que está empleado su hijo. Este mismo motivo no le hizo tomar una decisión parecida cuando Ribera ganó la gestión del hospital de Torrejón de Ardoz.
La Consejería de Sanidad cruza los dedos para que ninguna de las empresas inmersas en este proceso se eche para atrás. Hima San Pablo ya expresó dudas al comprobar la fuerte oposición que esta privatización de gestión está ocasionando. No sólo por la llamada marea blanca sino por la batería de acciones legales que penden sobre el proyecto del presidente Ignacio González y su consejero Javier Fernández Lasquetty. El Tribunal Constitucional admitió a trámite un recurso del PSOE contra “dos artículos de la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de la Comunidad de Madrid para 2013 que prevén la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud públicos de la región”. Además, Izquierda Unida recurrió los pliegos de condiciones ante el Tribunal Administrativo de la Contratación de la Comunidad de Madrid. El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, ha llevado el caso a la Comisión Europea. Como colofón, hace una semana, la cúpula de la Consejería de Sanidad que inició la privatización de hospitales fue imputada por una querella presentada por la asociación de médicos Afem. Muchos frentes legales ensombrecen las posibilidades de negocio.