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CORONAVIRUS
Sanidad quiere saber por qué 4,2 millones de personas no se han vacunado todavía en España

Una sanitaria vacuna a un adolescente con la primera dosis de la vacuna Moderna en la Ciudad de las Artes, a 16 de agosto de 2021, en Valencia, Comunidad Valenciana, (España)

Sofía Pérez Mendoza / Ana Ordaz

24 de octubre de 2021 21:36 h

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En España hay 4,2 millones de personas que no se han vacunado pese a que por calendario ya debían estar inmunizadas. Según la última actualización de datos, un 10% de la población diana –excluyendo a los niños y niñas para los que las inyecciones aún no están autorizadas– ha escapado al proceso de vacunación ordinario y el Ministerio de Sanidad no tiene muy claras cuáles son sus razones.

La bolsa de personas situadas al margen de la inmunización, aunque es mucho menor que en otros países del entorno, plantea muchas incógnitas a las instituciones ahora que el proceso de vacunación está tocando techo y se ha constatado su éxito. El Ministerio aseguró al inicio de la campaña que registraría los motivos, pero en la práctica está resultando complicado, admite una portavoz, que deriva para conocer el detalle a las consejerías de salud de las comunidades autónomas y emplaza al fin del proceso de vacunación para tener los datos completos. El Instituto de Salud Carlos III, que depende del Ministerio, lanzó hace tres semanas una encuesta online anónima para arrojar un poco de luz al asunto. El objetivo era analizar qué motivos aportan las personas que no están todavía vacunadas. El cuestionario se cerró hace siete días y se están examinando los resultados.



Hay cierto consenso entre los expertos sobre la minoría que suponen los declarados antivacunas. Sanidad sitúa en el 1% el porcentaje de rechazo a la inyección, según los datos que le han transferido las comunidades autónomas, aunque no se especifican las razones. Una encuesta realizada en junio por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) señala que los reticentes a recibir el suero son un 4% de los ciudadanos. En octubre pasado eran casi un tercio de la población. ¿Y quién compone entonces el resto de los 4,2 millones de personas?

Dos de las investigadoras que han diseñado el cuestionario, Maria João Forjaz y Carmen Rodríguez-Blázquez, optaron por que fuera anónima para que la identificación no supusiera un obstáculo a la hora de rellenarlo. “La idea es que la gente puede expresarse, probablemente tengan una serie de preocupaciones o barreras”, explican las científicas, que aseguran que quisieron montar una encuesta lo “más sencilla y corta posible”.

El proyecto ha sido objeto del sabotaje de los antivacunas. Según publicó Maldita.es, un grupo de Telegram del que forman parte personas que niegan la pandemia incitó a que se “troleara” el cuestionario de la institución científica.

Forjaz y Rodríguez-Blázquez ya tenían experiencia en monitorizar el comportamiento de la población ante la COVID-19 porque llevan meses trabajando en el estudio COSMO-SPAIN, que trata de registrar la actitud de los ciudadanos en la coyuntura tan especial de pandemia a través de diferentes oleadas.

Entre las personas que conformarían este grupo estarían aquellas que aún no pueden inmunizarse porque se han contagiado, las que se han ido de España –el censo de base es de enero de 2020– o las que viven en situación administrativa irregular. También aquellas que ahora pueden percibir un menor riesgo por la relativa vuelta a la normalidad, las que tienen dudas, las que simplemente actúan por dejadez...

Las situaciones son muy variadas. Maribel (nombre ficticio), por ejemplo, tiene 30 años y no se ha vacunado. Padece una enfermedad autoinmune que generaba dudas a sus médicos sobre el riesgo-beneficio de la inmunización en su caso al principio de la campaña. Cuando llegó su turno de vacunarse, cuenta a elDiario.es, ya había pasado la enfermedad y decidió no inocularse.



“Hay apartados de la encuesta COSMO-SPAIN que nos parecían interesantes, como la percepción de la gravedad, la alfabetización en salud, la capacidad para entender y aplicar la información, la frecuencia de acceso a la información... son variables que tienen que ver con si te vacunas o no”, relatan. En general han identificado que las personas con más percepción de riesgo están más predispuestas a vacunarse; y lo mismo sucede con la edad, abundan tras comprobarlo en las siete rondas del estudio COSMO-SPAIN.

Esto lo confirman los datos oficiales: los grupos con peores coberturas vacunales son los adultos jóvenes. Una de cada cuatro personas de entre 20 y 39 años no tienen todavía la pauta completa. La primera dosis alcanza al casi 80% de los jóvenes de 20 a 29 años y a un 78% de los que tienen entre 30 y 39. Los porcentajes, aunque son altos, están por detrás de otros grupos etarios que empezaron después a vacunarse, como los adolescentes. El 80% de los chicos y chicas de entre 12 y 19 años tienen la pauta completa.


La vacunación, por franjas de edad, en cada comunidad

Porcentaje de la población de cada franja de edad que ha recibido al menos una dosis de la vacunación contra la Covid-19 o la pauta completa, sobre el total de habitantes de ese grupo

NOTA: para el caso del grupo de 20-49 años, antes del 21 de junio incluye a 18 y 19 años

Fuente: Ministerio de Sanidad

“Sanidad no sabe cómo levantar la tasa de cobertura”

“El Ministerio no sabe cómo conseguir levantar esas tasas de cobertura. En verano se ha conseguido a cuentagotas seguir subiendo y ahora queda lo difícil”, subraya José Antonio Forcada, presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas. Para este experto, Sanidad debería ponerse un objetivo del 95% de la población vacunada, cinco puntos más que ahora. “Hay que tener en cuenta que el 100% de los vacunados no desarrollan inmunidad, calculamos que entre un 5% y un 10% no desarrollan anticuerpos. Eso lo intentamos solucionar con las terceras dosis para las personas vulnerables”, matiza.

La encuesta del ISCIII puede servir, precisamente, para “orientar” los mensajes hacia las personas que todavía no se han vacunado. Mientras, todas las comunidades autónomas tratan de acercar la vacunación a los rezagados con unidades móviles itinerantes (en universidades, eventos, pueblos aislados...) o espacios donde no se pide cita previa. “Todas las estrategias para acercar la vacuna son buenas”, valora Inmaculada Cuesta, miembro de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad.

El 80,1% de la población tiene pauta completa y el 78,3% una dosis (casi un 2% está en el plazo entre una y otra inyección). Para llegar al porcentaje de ciudadanos sin vacunar habría que sumar a estas cifras el 11% de menores de 12 años, para quienes la vacuna aún no está aprobada.

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