Una docena de personas en la Comunidad Valenciana llevan más de 180 días esperando su operación maxilofacial según los últimos datos publicados por la Generalitat. La negativa de Eduardo González a ser operado en un hospital valenciano de gestión privada le ha dejado en un limbo quirúrgico que se alarga 300 días, en el mejor de los casos.
El lejano 22 de agosto de 2012 un odontólogo público le examinó y derivó al servicio de maxilofacial del hospital de La Fe (de dirección médica también pública). Tan sólo un mes antes, el Ejecutivo valenciano que preside Alberto Fabra había eliminado el Plan de Choque de derivaciones a clínicas privadas que funcionaba desde 1997 para aliviar la presión asistencial del sistema público. Se recurrió a las derivaciones entre hospitales de la red, a lo que se dedicaron dos millones de euros. La lista de espera creció un 20%, hasta alcanzar las 50.000 personas. Fabra ha anunciado la marcha atrás. Volverá a mandar pacientes a la privada. Los últimos datos, de 2011, indican que se dedicaban a mantener este sistema 22 millones de euros.
Poco tiempo después de su solicitud González recibió la propuesta de ser intervenido en el hospital de Manises (en ese momento de agosto de 2012 regentado por la empresa Ribera Salud). Pero eligió seguir en La Fe. Le informaron que su proceso continuaba y acudió a su cita en el hospital el 14 de noviembre de 2012, según confirman los registros del hospital. Justo ese mes, Ribera vendía la concesión de Manises a Sanitas. El servicio de maxilofacial le incluyó en lista de espera -que incluye las operaciones no urgentes-.
El 16 de septiembre de 2013, según cuenta el propio Eduardo, “llamé a La Fe y me dijeron que ya no operaban mi caso”. De hecho, Eduardo cuenta que en esa conversación telefónica se le indicó que no se estaba dando ningún servicio, extremo negado por La Fe. En todo caso, él había caído en el olvido quirúrgico. Un portavoz del hospital público contestó a eldiario.es que “al haber rechazado trasladarse a Manises, quedó en espera”. Eduardo se pregunta: “¿Esperar más aún? Da la sensación de que están alargando todo esto para que desistamos y optemos por algo privado”.
El hospital insiste en que “las listas de espera se confeccionan con prioridades en función de la gravedad de la intervención y se analizan minuciosamente para la confección del parte quirúrgico”. La Fe es hospital de referencia de esta especialidad y recibe pacientes derivados de distintos centros, como es el caso de Eduardo González, que llega desde la zona correspondiente a otro hospital, el Arnau, indican en La Fe. “El problema no es sólo la larga espera para la intervención sino que ni siquiera informen al paciente”, concluye Eduardo.