La Cruz de Caravaca de Murcia, encargada de uno de los únicos cinco jubileos existentes en el mundo, se rectifica a sí misma: asegura que no tiene que desposeer de los honores que dispensaba a Francisco Franco porque se extinguieron con su muerte en 1975. Hace unos días rechazó tomar esa medida hasta no conocer el resultado de un dictamen jurídico que, decía, había encargado.
El revuelo formado tras la difusión de la noticia ha tenido un desenlace inesperado. Este lunes, la cofradía ha emitido un comunicado en el que afirma que “hace más de 40 años que Franco dejó de ser Hermano Mayor Honorario, desde el momento en que falleció y se procedió al nombramiento de otra persona, siendo actualmente el Hermano Mayor Honorario el Rey emérito D. Juan Carlos I”.
La máxima responsable de la Hermandad, Elisa Giménez-Girón, ha rehusado hablar con eldiario.es, pero fuentes de la asociación religiosa han explicado así este cambio de actitud: “Nos hemos dado cuenta de que es así. Franco lleva más de 40 años sin el título”. Dichas fuentes no han sabido explicar cómo es posible que este supuesto error se haya podido mantener en el seno de la Cofradía durante más de cuatro décadas, pero dan por hecho, en esta misma línea, que el retrato del dictador no volverá nunca a exhibirse en la sala en la que se reunía la Hermandad.
En el mes de enero los portavoces de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca justificaron la existencia de un retrato de Francisco Franco en su sala de Cabildos porque era Hermano Mayor Honorario de la Hermandad.
Inmediatamente, el alcalde socialista de la localidad, recogiendo la petición de Izquierda Unida, instó a la Cofradía a que retirara tanto el cuadro como el título dedicado al dictador para cumplir así con la Ley de Memoria Histórica. La asociación religiosa contestó con una nota de prensa en la que informaba que “de forma provisional” procedía a la retirada del retrato “del anterior Jefe del Estado” y solicitaba un informe jurídico para determinar si acataba o no “la derogación del título de Hermano Mayor Honorario concedido en cabildo por los hermanos cofrades…”.
La pasada semana, la Hermana Mayor manifestaba a eldiario.es que este “es un tema que no le quita el sueño a nadie…” y que su decisión final dependería del informe jurídico que habían encargado: “Tenemos que ver si hay que acatarlo o no. Eso nos lo dirá el informe jurídico. Si nos dice que la ley nos obliga a retirarle el título honorífico, lo haremos, si no, no”. En el mismo sentido expresaba su intención de, si el informe se lo permitía, volver a colocar el cuadro de Franco en su emplazamiento original.
Satisfacción entre los denunciantes
El alcalde de Caravaca de la Cruz, José Moreno, aún no se ha pronunciado sobre este sorprendente vuelco en una polémica que amenazaba con empañar el Año Santo que se celebra en este 2017 en la localidad murciana. Quién sí lo ha hecho ha sido Cristian Castillo, concejal de Izquierda Unida, el grupo que denunció públicamente el caso: “Nos parece que la Cofradía ha trabajado por encontrar una salida rápida y ambigua, pero en cualquier caso nos alegra que la conclusión de este proceso acabe con la clara afirmación de que el dictador no es Hermano Mayor Honorífico.
Y luego añade que le parece “igualmente importante que haya servido para retirar su imagen de la sala en la que democráticamente se organiza esta institución, pues era una contrariedad en sí misma que suponemos se les había pasado por alto durante estos 42 años. Estamos muy satisfechos por la victoria de la ley y, con ella, de la democracia, del sentido común y de la memoria histórica de nuestro país y de nuestra ciudad”.
Uno de los argumentos que la Cofradía utilizaba hasta hoy para resistirse a retirar los honores a Franco es que se trata de “una institución religiosa de carácter privado”. Sin embargo, el Ayuntamiento le recordó a sus gestores que reciben subvenciones y que las instalaciones que utilizan son de propiedad pública.
La Ley de la Memoria Histórica establece la retirada de todas las ayudas a quienes hagan apología o exaltación de la dictadura. 24.000 euros salen cada año de las arcas municipales para financiar las actividades de esta Hermandad que custodia la reliquia de la Santa Cruz de Caravaca y desempeña su trabajo en un Santuario que pertenece al Ayuntamiento.