El Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan) calcula que la secuencia de pequeños terremotos que se produjo el domingo en Tenerife pudo estar formada por 400 seísmos, cuatro veces más de lo que se pensaba inicialmente, y defiende que su origen responde a un evento “sismo-volcánico de largo periodo”.
Involcan también plantea la posibilidad de que los focos de esos seísmos, que en principio se distribuyen entre el Parque Nacional del Teide y la costa de Adeje en dirección noreste-suroeste, estuvieran más concentrados de lo que indican los datos recogidos por el Instituto Geográfico Nacional, responsable de la vigilancia sísmica en España.
Estas conclusiones figuran en una nota de prensa de Involcan que recoge el informe del jefe de la unidad funcional de Sismología Volcánica de este instituto, Luca D'Auria, realizado, señala, tras un análisis exhaustivo de las señales sísmicas, de sus características espectrales, de la distribución entre eventos y de la magnitud de los sismos
Involcan indica que el número estimado de eventos sísmicos reportados en el catálogo sísmico nacional pudiera estar subestimado ya que un cálculo aproximado basado en los espectrogramas refleja que el número de eventos sísmicos pudiera haber sido superior a 400 eventos.
Señala la necesidad de “no caer en alarmas infundadas” y precisa que la aparición de estos fenómenos puede ser tan abrupta como su desaparición, sin que por ello se produzca una actividad de cualquier otro tipo.