Quince días después, la selección masculina de fútbol se pronunció sobre el caso Rubiales. Mediante un comunicado que leyó este lunes Álvaro Morata, capitán del equipo, los jugadores rechazan lo que consideran “unos comportamientos inaceptables por parte del [presidente de la Federación Española de Fútbol], Luis Rubiales, que no ha estado a la altura de la institución que representa”. Hasta ahí ha llegado la crítica, los jugadores no han dado el paso de pedir la dimisión del todavía máximo responsable del fútbol español.
Morata ha empezado felicitando a la selección femenina por el “hito histórico” que supuso su victoria en el mundial, destinado a marcar “un antes y un después” en el combinado femenino, ha leído. A continuación ha mostrado su rechazo a las actitudes de Rubiales y ha añadido en nombre de sus compañeros: “Nos situamos de manera firme y clara del lado de los valores que representa el deporte. El fútbol español debe ser motor de respeto, inspiración, inclusión y diversidad y debe dar ejemplo con sus conductas tanto dentro como fuera del campo”.
Con este comunicado, los jugadores de la selección se pronuncian por primera vez sobre la cuestión exactamente quince días después del partido tras el que Rubiales primero se agarró los genitales en el palco para celebrar la victoria y después besó sin consentimiento a la jugadora Jennifer Hermoso. Hasta ahora solo algunos jugadores, que o nunca han ido a la selección o que ya no están yendo, como los béticos Isco, Borja Iglesias y Héctor Bellerín, habían mostrado en público su rechazo a Rubiales y su apoyo a Hermoso.
El rechazo de la selección masculina llega después de que Rubiales haya sido suspendido por la FIFA de manera temporal mientras tramita el expediente que le ha abierto. El Gobierno quería inhabilitarlo también, pero para ello necesitaba que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le incoara expediente por una falta “muy grave”. Sin embargo, la máxima instancia de la justicia deportiva española solo vio indicios de una falta “grave”, por lo que el Consejo Superior de Deportes no tiene potestad para suspenderlo y, a no ser que el propio TAD lo haga de oficio, se ha quedado sin margen de maniobra. Rubiales afronta una inhabilitación de entre un mes y dos años si es hallado culpable de haber cometido una falta grave, sanción que sería de entre dos y 15 años si fuera catalogada como “muy grave”.